Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)
Fiebre amarilla en Orio, rosa intenso en San Juan
Miles de personas se echaron a la calle en ambas localidades para gozar de sus triunfos en La Concha
Una década esperando ver de nuevo a Orio ondear la Bandera de La Concha resulta excesivo para el seguidor aguilucho, acostumbrado como estaba a paladear el éxito con cierta regularidad. De hecho, nunca había esperado tanto tiempo y en el ambiente ya había cierta urgencia. Esa necesidad de volver a reinar en la bahía donostiarra fue patente en la rampa del muelle, donde cientos de seguidores oriotarras tiñeron la rampa de amarillo, aventurando lo que horas más tarde se iba a vivir en la localidad costera.
Allí, miles de personas se echaron a la calle para volver a celebrar junto a su trainera la victoria en La Concha. Precisamente fue el remolque que llevaba a la ‘San Nikolas’ el que a duras penas, y con ayuda de la policía municipal, abrió el camino entre la multitud. Tras la trainera, el trenecito amarillo apareció cargado de remeros, con Gorka Aranberri subido al techo de la locomotora portando la ansiada Bandera.
Fue el presidente Ibon Huegun quien encabezó la comitiva que se dirigió hacia el Ayuntamiento entre una marea humana absolutamente entregada que estalló de alegría cuando Aranberri salió al balcón y ondeó la Bandera de La Concha. La ansiada 32ª Bandera que luego, uno a uno, fueron ondeando el resto de la tripulación hasta llegar a Jon Salsamendi que, tras dedicarle la victoria a todo el pueblo, miró al cielo para brindarle el triunfo a su padre.
Luego, fue el técnico oriotarra quien desde el balcón pidió a los presentes que corearan el nombre de un Gorka Aranberri visiblemente emocionado para coger el
Jon Salsamendi y Gorka Aranberri fueron los más aclamados
Las ‘Batelerak’ tiñeron de rosa San Juan y Errenteria arropó a las remeras de Hibaika
micrófono y, ya con la noche encima, agradecer al pueblo de Orio su apoyo incondicional.
Antes, el rosa se apoderó de San Juan por cuarto año consecutivo con una kalejira que se está convirtiendo ya en tradición cuando llega el segundo domingo de septiembre. No faltó la salida de las remeras al balcón, donde ondearon el ‘trapo’ ante cientos de aficionados orgullosos de sus ‘Batelerak’
A unos kilómetros de allí, Errenteria quiso arropar a sus remeras pese al disgusto de no ver como por primera vez Hibaika ondeaba la Bandera de La Concha. Cientos de aficionados se echaron a la calle para aplaudir a las remeras de la ‘Madalen’ reconociendo su esfuerzo. Otro año será