Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)
Doncic: la belleza del talento
Con 18 años, el crack esloveno ha refrendado su enorme talento y ha cautivado a la NBA
“Es un ganador nato. No, no estoy bromeando. Ya tiene un montón de trofeos y medallas pero recuerda mis palabras: él va a ser uno de los mejores jugadores de todo el mundo”. Quien así habla es Goran Dragic refiriendose a su compañero de equipo en la selección eslovena Luka Doncic. Lo dijo minutos después de ganar la medalla de oro en el Eurobasket, un torneo en el que el joven jugador del Real Madrid debutaba en competición sénior y que sirvió, entre otras cosas, para que una legión de ojeadores y responsables directivos de la NBA abrieran definitivamente los ojos ante el talento de este genio de 18 años y 6 meses de edad.
Doncic comenzó el campeonato en las previsiones del draft de 2018 en torno al número cinco, pero ahora muchos ya le incluyen en las conversaciones sobre el número uno. Ha promediado 14,8 puntos, 8,1 rebotes y 3,6 asistencias a lo largo del torneo, ha firmado actuaciones colosales, como sus 27 puntos contra Letonia en cuartos de final, y ha sido escogido en el quinteto ideal, convirtiéndose en el jugador más joven en conseguirlo en un Eurobasket desde que el mítico Arvidas Sabonis lo logró en 1983.
La opinión generalizada en la NBA ahora mismo es que no ha surgido un talento similar en Europa desde la irrupción de Pau Gasol en 2001. El hecho de que debido a su edad no pueda ser elegido en el draft hasta la próxima edición le da a su equipo, el Real Madrid, un año más de margen para disfrutar de sus servicios y aunque todo es posible en esta vida nadie espera que posponga más el salto. De hecho, hasta su propio padre, Sasha Doncic, ex jugador profesional de basket durante 17 años, ha puesto en
En la NBA creen que desde Pau Gasol no ha surgido en Europa un talento similar
palabras lo que todo el mundo piensa: “Se irá rápido a la NBA”.
Corre, por cierto, por internet una foto en la que se ve al progenitor con un joven Dragic y con Doncic de nueve años celebrando el título de la liga eslovena conquistado por el Olimpia Liubliana en 2008. “Recuerdo que siempre se sentaba detrás de la canasta en los partidos y que cuando nos íbamos al vestuario era el primero en salir a lanzar a canasta”, recuerda Dragic. “El peor castigo que le podías poner era no dejarle ir al entrenamiento”, explica su padre. Así era aquel chico que pasaba la mopa en los partidos del Olimpia.
Varios ojeadores de la NBA han expresado opiniones sobre él a lo largo de este Eurobasket, todas ellas desde el anonimato dada las restricciones que impone la liga estadounidense con estos temas. “Cien por cien seguro de que tiene opciones de ser el primero del draft. Su juego está muy por encima del resto”, asegura uno. “Es la mejor
Goran Dragic es taxativo: “Va a ser uno de los mejores de todo el mundo”
promesa europea en años –asegu- ra otro–. Tiene una madurez im- propia para su edad, una gran vi- sión de juego y un conocimiento delbasketmuyelevado.Esunlíder natural y es capaz de ser importan- te sin anotar, aunque también puede hacerlo”.
Sus competidores para el núme- ro uno del draft son chicos estadou- nidenses como Marvin Bagley (Duke), Michael Porter (Missouri), DeAndre Ayton (Arizona) o Ro- bert Williams (Texas A&M’). El consenso general es que ninguno de ellos tiene ahora mismo el nivel de calidad que atesora Doncic, aunque las franquicias estadouni- denses normalmente intentan ir más allá del presente y apuestan a veces por jugadores que quizá están menos desarrollados en estos momentos pero pueden tener más potencial de futuro.
Es difícil, sin embargo, encon- trarle el límite a Doncic, un juga- dor de elevada estatura (2,01, según la Euroliga, aunque algunos apun- tan que sigue creciendo y que aho- ra está en 2,03) capaz de jugar de ba- se con fundamentos refinados. ‘Wonder Boy’, el chico maravilla, como le apodan, parece dominar todos los registros. Bota, asiste, ti- ra, rebotea, juega en equipo, lidera, es capaz de defender en varias posi- ciones, es fuerte mentalmente, sa- be leer perfectamente los partidos, es inteligente, es maduro, no pier- de el control, no acostumbra a fa- llar bajo presión...
Él asegura que todavía tiene cosas que mejorar. Le encanta el bas- kety le gusta trabajar, así que si no hay lesiones graves de por medio. la progresión está casi garantiza- da.
“He visto a muchos jugadores a los que elogiaron cuando eran jó- venes y eso les hizo perder el con- trol –explica Dragic–. Unos años después ya no oías hablar de ellos. No creo que eso le vaya a pasar a Luka”