Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)
RENDIDOS A LA EVIDENCIA
Los leones vuelven a sucumbir en San Mamés ante el oficio y el saber hacer colchonero Aduriz falla un penalti poco antes del descanso y el gol de Raúl García llega demasiado tarde
La racha negativa ante el Atlético en el nuevo San Mamés se alarga. Los colchoneros volvieron a ganar ayer en Bilbao a un descorazonador Athletic tras completar un partido serio de principio a fin. La diferencia de calidad entre uno y otro equipo quedó patente a ras de césped.
Los de Simeone supieron sufrir cuando más apretaron los leones y acertaron a rematar la faena en cuanto estos bajaron un poco el pie del acelerador. Oblak, que por parar hasta paró un lanzamiento de penalti a Aduriz poco antes del descanso, y Griezmann fueron los auténticos baluartes del siempre sólido y consistente bloque colchonero. El resto de sus compañeros, eso sí, mantuvo el tono en todo momento.
A los leones, en cambio, les faltó continuidad en su juego. Los de Ziganda, conscientes de la entidad del rival, apretaron mucho y bien durante la primera mitad. Luego, en cambio, se perdieron en medio del empuje y la constancia rival.
Los goles de Correa y Carrasco vinieron a reflejar la superioridad visitante tras el descanso. El del Athletic, en el tiempo de prolongación, fue fiel reflejo del desconcertante encuentro de los bilbaínos. Balenziaga, que no había hecho un buen centro durante los 90 minutos, se la puso en condiciones a Raúl García en el 92 y éste, esta vez sí, acertó a marcar. Demasiado tarde para haber podido intimidar a un Atlético con mucho oficio, con un portero contrastado y con un crack de talla mundial. Kepa, por cierto, también brilló con luz propia.
Sorpresas en el once
Hubo sorpresas en el once titular del Athletic. Iturraspe y Susaeta repitieron en lugar de los esperados Beñat y Williams, El resto del bloque de Ziganda, una vez aparcadas las rotaciones, fue el esperado. La duda en el eje de la zaga se saldó en favor de Núñez.
El Atlético también presentó alguna novedad respecto al presumible equipo inicial. La principal radicó en la presencia de Nico Gaitán, pegado a una de las bandas, en lugar de Carrasco. Giménez, por su parte, ejerció como lateral derecho. Tho-
mas ocupó así la zona habitual del esta vez suplente Gabi.
Los colchoneros saltaron al césped con la intención de asumir la iniciativa. Una buena fórmula, sin duda, para evitar la posible acometida inicial de los leones. Estos, bien pertrechados atrás, empezaron a asomar rápido ante Oblak con ocasiones para Lekue, San José y Raúl García.
El Atlético, con mayor velocidad a la hora de combinar en campo rival, empezó a dar señales de vida en ataque en torno a la primera media hora de juego. Griezmann, de tiro de falta, y Gaitán, con un remate al palo, avisaron de las intenciones visitantes. El Athletic, pese a todo, tuvo la mejor de todas poco antes del descanso en forma de penalti. Filipe Luis, dormido, derribó a Raúl García dentro del área madrileña a tenor de la decisión del colegiado. Oblak, sin embargo, impidió que Aduriz transformara en gol el consiguiente penalti.
El arranque del segundo tiempo marcó el principio del fin del Athletic. Griezmann empezó a entrar en acción y fabricó, junto a Koke, la jugada que permitió abrir el marcador a Correa. Beñat y Williams comparecían antes del saque de centro.
Los colchoneros, con Carrasco ya en escena, siguieron a lo suyo sin inmutarse. Los bilbaínos, superados, apelaron al orgullo. Raúl García la tuvo para empatar, pero la respuesta visitante resultó inapelable. Pase de Griezmann y gol de Carrasco a poco más de un cuarto de hora para el final. Ziganda, con todo el bacalao vendido, optó hasta por quitar a Aduriz para dar entrada a Córdoba. El 1-2 de Raúl García, a buen pase de Balanziaga, llegó tarde. El gafe colchonero continúa vigente