Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)
Esa mentira no es verdad
Tengo que reconocer que me resulta descorazonador el panorama que se dibuja en torno al Athletic de un tiempo a esta parte. Lo peor del caso es que esta corriente de negativismo no procede de fuera de Bizkaia, sino de dentro. Da la sensación de que todo lo que se hace en el club bilbaíno está mal. Valverde no valía para entrenar al primer equipo, Ziganda mucho menos, no se ficha porque nadie quiere venir o no hay capacidad económica para reforzar la plantilla, ni se sabe ni se puede renovar a Kepa, no jugamos ni a tabas, hasta Sevilla y Valencia tienen un tope salarial muchísimo más alto... Y así suma y sigue. El panorama, insisto, me resulta desolador. Se supone que hablamos de un club distinto, con una filosofía diferente al resto, de un equipo de casa. Antes el problema parecía limitarse a los ‘aprobetxategi’ de turno cuando la bolita no entraba. Ahora, en cambio, hasta cuando besa las redes rivales hay motivos para la queja y el escarnio. La empatía brilla por su ausencia, aunque también es cierto que para ponerse en lugar del otro hace falta disponer de cierta información.
Por ejemplo
Tengo claro que la política de comunicación impuesta por Urrutia y su directiva, pese a partir de una premisa de igualdad que ninguna junta anterior se había atrevido a aplicar, tampoco ayuda a facilitar las cosas. No me refiero, que conste, a lo relativo al día a día de los rojiblancos, sino a otros asuntos que se hacen difícil de entender desde fuera de Ibaigane y Lezama y que, a buen seguro, tienen una explicación lógica y responden a causas concretas. Lo que no mejora, empeora.
Esta semana, por bajar el balón al suelo, hemos podido leer cosas como que el Athletic no tiene capacidad económica para renovar a Kepa o fichar a Mikel Merino, Berenguer y otros. Curioso tratándose de un club con deuda cero y con un superávit de 21 millones en la última temporada, una vez pagados seis millones del impuesto de sociedades, y de 137 millones en el global de las seis últimas temporadas. En las arcas de Ibaigane, por mucho tope salarial que fije la LFP, no hay problemas de liquidez.
Aún así la corriente de negativismo imperante invita a hacer creer en todo lo contrario cuando meses antes, por ejemplo, los palos llegaron por haber sido incapaces de fichar a Mikel Oyarzabal. Si la operación se frustró por el no del buen jugador txuri urdin, tal y como se vendió entonces, ¿había o no dinero para acometerla? ¿En qué quedamos?
El exrojiblanco Ruiz de Galarreta, ahondando ahora en el tema deportivo, ha empezado con buen pie su andadura en el Barça B. Normal porque se trata de un buen futbolista con el sello ‘made in Lezama’. Futbolista al que Ziganda quiso a sus 21 años para el Bilbao Athletic en Segunda A y desde Lezama le dijeron no porque había que cederle. En el filial azulgrana, en cambio, no han puesto pegas para ficharle con 24 años y tratar así de mantener la categoría. ¿Por qué no afloraron entonces las críticas?
El tema, como ven, da para mucho, pero lo cierto es que en el Athletic las cosas se hacen mejor de lo que parece. No todas