Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)
DOS PUNTOS TIRADOS
Los leones hacen tablas contra un rival con uno menos desde el minuto 51 pese a ir 1-3 en el 80 La candidez atrás y la falta de posesión minimizan el tanto de Aduriz de penalti y los dos de Williams
Mal, muy mal el Athletic ayer en La Rosaleda. Pese a no estar cuajando un gran partido; los leones fueron capaces de ponerse 1-3 a falta de veinte minutos para el final, con superioridad numérica añadida además por expulsión de Kuzmanovic desde el minuto 51. El Málaga, sin embargo, fue capaz de nivelar la contienda al aprovecharse de la candidez defensiva de los bilbaínos en el tramo en que mayor solidez deberían haber demostrado.
Paradójico lo del equipo de Ziganda. Hasta esta jornada se había venido insistiendo en la mejoría del bloque desde la llegada del técnico navarro a nivel de contención y el preocupante empeoramiento a nivel de creación. Ayer, sin embargo, recibieron tres goles en contra y marcaron otros tantos. Las cosas del fútbol.
Las dos dianas de Williams a la vuelta del descanso, en cualquier caso, tenían que haber sido suficientes para cantar victoria. Al Athletic le habría bastado con tocar, tocar y tocar para dejar pasar los minutos y hacer correr más todavía a su diezmado rival. Ziganda, sin embargo, optó por dar entrada a Susaeta y Raúl García sin reparar en que Beñat e Iturraspe ocupaban plaza en el banquillo.
Ni el Málaga, aún así, creía ya en sus posibilidades. Michel, con la soga al cuello, hasta había abandonado la banda para sentarse junto a sus suplentes. La derrota parecía reducirse a una simple cuestión de tiempo.
No es que los andaluces inquietaran ni siquiera apretaran ante los dominios de Kepa. Qué va. El problema, por insistir que no quede, radicó en la falta de posesión de la pelota y en la escasa contundencia de los defensas, sobre todo de Lekue e incluso puede que del propio Kepa y Núñez. Cierto que Williams pudo hacer el 2-4 entre gol y gol blanquiazul, pero...
El Athletic, en definitiva, dio vida a un Málaga que estaba sentenciado. Más que ganar un punto, esta vez perdió dos. Para hacérselo mirar, puesto que gran parte del primer tiempo también resultó infumable. Ayer no hay excusa que valga. En esta ocasión ni el entrena-
dor ni sus jugadores, salvo contadas excepciones, tuvieron su día.
En un abrir y cerrar de ojos
El cuestionado Michel hizo cuatro cambios respecto al duelo de Mestalla. Rosales, Bayssen, Adrián y Borja Bastón entraron así en el once. El Málaga se situó de partida con un claro 4-2-3-1 ante un Athletic con Vesga en el doble pivote junto a San José y Williams y Córdoba en los los interiores. El choque no pudo comenzar mejor para los leones, puesto que en el minuto 2 Luis Hernández cometió un claro penalti sobre Muniain y Aduriz, a lo Panenka, batió a Roberto.
Los locales, lejos de venirse abajo, siguieron a lo suyo y fueron haciéndose dueños de la situación obligando a Kepa a evitar males mayores con una espectacular mano a testarazo de Bastón y otra buena parada a remate de Mula. Los rojiblancos, sin apenas posesión, pudieron hacer el segundo por medio de Vesga, pero fue la insistencia malacitana le que acabó dando sus frutos cerca del descanso en forma de gol del empate de Rolan.
El Athletic salió puesto en la segunda mitad. Williams aprovechó entonces su capacidad rematadora para hacer dos goles a otros tantos buenos pases de Muniain, En medio había llegado además la roja a Kuzmanovic. Ni Michel daba ya un duro por los suyos.
Los leones, con Susaeta y Raúl García en el verde,se olvidaron entonces del balón y dejaron que los malacitanos encontraran petróleo donde no debía de haberlo con dos balones aéreos. Ziganda, entonces sí, recurrió a Aketxe, pero ya era tarde. Dos puntos habían volado en un abrir y cerrar de ojos