Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)

Triunfo de fe del Atleti ante el Sevilla

Dos goles de Carrasco y Griezmann tras recuperar el balón dieron la victoria al conjunto rojiblanco frente a un rival directo en el Metropolit­ano

- Javier G. Gómara Madrid

El Atlético sigue enchufado y derrotó al Sevilla en el Wanda Metropolit­ano en un partido entre dos conjuntos llamados a estar arriba esta temporada. La fe de Carrasco y Griezmann en sus goles (robaron el balón antes de marcar) en la segunda parte desactivó a los andaluces, con buenas intencione­s pero algo frágiles atrás. Y eso los colchonero­s no lo perdonan.

La primera parte fue jugada de poder a poder. Sin demasiado brillo en el fútbol, pero disputada, igualada, entre dos equipos con el sello de sus entrenador­es que trataban de no dejar el mínimo resquicio al rival. Salió fuerte el Atlético, que al minuto y medio ya había disparado a puerta y había reclamado un penalti por mano. El tiro había sido de Vietto que, gracias a la política de rotaciones de Simeone, se había colado en el once junto a Lucas o Carrasco.

El Sevilla despertó y fue cogiendo el balón y presencia en campo contrario. Sarabia enmudeció el Metropolit­ano con un disparo que tocó en Savic para despistar a Oblak y acabar estrellánd­ose en el palo. Susto para los locales, que se rehicieron rápido imitando a los hispalense­s con otro balón a la madera, a la cruceta concretame­nte, de Filipe Luis.

Era el minuto 20 de partido y de ahí en adelante las ocasiones de gol brillaron por su ausencia, aunque sí hubo llegadas de ambos equipos a las áreas. El Sevilla, bien plantado, obligaba a que los ataques del Atlético los iniciasen Savic y, sobre todo Lucas. Nzonzi y Banega manejaban bien la medular andaluza, con la ayuda de Sarabia y Vázquez, imponiéndo­se por momentos a Gabi, Koke y Saúl. Cuando eran superados, falta.

Césped, seco

El césped, seco, muy seco, no ayudaba en la circulació­n del balón, penalizand­o a ambos equipos. Al Sevilla en la construcci­ón y al Atlético en los últimos metros.

Nada más comenzar el segundo acto, Carrasco cambió el guión de la mañana. Con la ayuda de Nzonzi, que se durmió siendo último hombre. El belga le robó la cartera y regateó a Sergio Rico para marcar el segundo tanto de la historia del Metropolit­ano.

Se animó el Atlético. Hasta Vietto tuvo un mano a mano tras irse en velocidad de Lenglet. Y también el Sevilla, que adelantó líneas. Quedaba mucho, pero Berizzo no quería que fuese tarde. Simeone realizó el cambio que tenía previsto en el descanso (incluso antes de comenzar el partido) y metió a Correa por Vietto a la hora de juego. Berrizzo le imitó, metiendo también a su Correa por Sarabia.

Griezmann sentencia

Y llegó el segundo. De Griezmann, que marcó el segundo tras una buena jugada en ataque del Atlético en la que el galo encontró premio a la fe. Porque se tiró a por un balón dividido en el área para recuperarl­o y que le cayera a Filipe, que buscó de nuevo a Griezmann para que fusilara por abajo a Sergio Rico. 2-0.

El siguiente movimiento de Simeone fue meter músculo con Thomas y dar descanso a Antoine, que se fue aclamado. Las rotaciones son para casi todos (Koke y Saúl no se mueven del césped). Cuatro mediocentr­os para acabar, que no se diga. Berizzo agotó cambios con Ben Yedder y Krohn Dehli (la afición local, con sorna, le pedía que sacase a Vitolo) en busca de la machada, con un Atlético ya replegado y buscando correr para lograr el tercero. Ya no se movió el marcador. Otro triunfo rojiblanco. Este de fe. Y ahora, el Chelsea con Diego Costa en la grada ante su ex equipo que llega con su sustituto, Álvaro Morata, en plena forma tras el ‘hat trick’ logrado ayer en la Premier League y con ganas de hacer olvidar al hispano-brasileño en tierras inglesas

Tras una primera mitad igualada, un robo de cartera de Carrasco a Nzonzi varió todo

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FOTO: SIRVENT Koke y Griezmann se abrazan para celebrar el segundo gol colchonero

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