Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)
ESTRENO EUROPEO DEL WANDA METROPOLITANO OTRA VEZ EL 93’
El Atlético de Madrid cayó ante un Chelsea que fue superior y que marcó el 1-2 en el tiempo añadido Griezmann adelantó a los rojibancos de penalti; Morata empató y Batshuayi culminó la remontada
La Champions es la máxima competición. El nivel es alto y el Metropolitano asistió a una auténtica batalla táctica entre Simeone y Conte que se decantó en el último suspiro. El Chelsea es el primer equipo rival que gana a los del Cholo en su nuevo estadio. La imbatibilidad duró dos partidos. Conte ganó a Simeone en un último movimiento de piezas. Otra vez en el minuto 93. Al equipo rojiblanco le tocará remar contra corriente en lo que queda de fase.
Quiso salir el equipo del Cholo a buscar a su rival y se encontró con tres contras que fueron una bofetada de realidad. Lo de esta noche no era una broma. Delante, el campeón inglés. Un equipo que en el curso pasado se llevó una Premier repleta de equipos estelares construidos a fuerza de millones. Y sobre todo, un equipo con un entrenador que, como Simeone, le imprime a sus escuadras su sello personal.
El Atlético da fe de ello. Aquella Juventus de hace unas temporadas era creación suya y los dos partidos que el equipo rojiblanco tuvo que acometer fueron dos auténticas batallas. Aquél equipo militaba en la ortodoxia italiana pero este Chelsea es una mezcla de lo mejor del orden tricolor con la velocidad del juego inglés, todo ello salpimentado con la calidad de tipos como Hazard, que este miércoles dejó detalles de estrella mundial. Precisó el belga menos de medio metro para sacar un rapidísimo regate y aún más fugaz latigazo que se estrelló contra el palo de Oblak sin que al esloveno le hubiese dado si quiera tiempo a levantar los brazos.
Antes de eso, Morata se había plantado ya dos veces en el área rojiblanca y había cruzado el balón cerca del palo. La primera parte fue del Chelsea, con y sin balón; con un Atlético que no era capaz de que los medios conectasen con un Correa y Griezmann que siempre se veían obligados a recibir de espaldas. En la batalla física con David Luiz y Cahill tenían todas las de perder. Conte apostó por el poderío físico de Bakayoko y Kanté en la medular y esa batalla también le quedó grande al equipo en la primera parte del partido. Pero sobre todo, se le atragantó, como ya le ha sucedido otras veces, una defensa de tres centrales y dos carrileros largos. Una circunstancia que se podría haber atenuado si no fuese porque los rojiblancos no lograban ganar un solo duelo individual.
La noche no pintaba bien, para qué engañarse. Se puede contar con los dedos de dos manos los equipos que desde que Simeone se hizo cargo del equipo, superaron como lo hizo el inglés al Atlético. La única opción de reengancharse al partido era que el Chelsea se equivocase. Y lo hizo. David Luiz cometió un absurdo penalti que transformó Griezmann.
El Atleti estuvo incluso cerca de marcar el 2-0 con un disparo cruzado de Koke que despejó Courtois y Saúl enganchó desde la frontal cerca del área. Pero en realidad fue un paréntesis. Morata acertó a adelantarse a todos para cruzar de cabeza un centro de Hazard en el inicio de la segunda mitad. El encuentro entró en una apasionante batalla técnica en la que Simeone y Conte movieron fichas. Cambio de dibujo del Atlético (a tres centrales y dos carrileros), dentro Torres, Giménez y Gaitán. Y pólvora y velocidad para el Chelsea, Willian y Batshuayi. El partido pintaba a empate, pero el belga apareció en el último suspiro, en el 93 de las narices para por el 1-2