Acoso a Pique

COMO ERA DE ESPERAR, NO han conmovido en Madrid las lágrimas de

Piqué mientras describía el cívico comportamiento de los ciudadanos catalanes ante la represión policial. No podía esperarse otra cosa de quienes le recibieron en el entrenamiento de ‘la Roja’ exigiendo con banderas españolas que abandonara la selección y al grito de ‘Viva la Guardia Civil’. Una manera de agitar los recientes sombras que Gerard y muchísimos catalanes guardarán en la memoria del 1-O. Pero nada variará la conducta del central blaugrana porque Piqué vuela alto. Tras criticar a Rajoy y los medios que le rodean, desmintió en su cuenta de Twitter a su vicepresidenta

Soraya Saénz de Santamaría por el balance que efectuó del pasado domingo.

NO ES PROBABLE QUE PIQUÉ se marche de la selección. Su compromiso es reconocido por Sergio Ramos y por

Lopetegui, que es ahora el centro de las críticas por su respaldo al jugador. A Piqué solo le queda jugar en suelo español el partido que el próximo viernes disputará en Alicante el combinado de Lopetegui.

El definitivo pasaporte a Rusia-18 puede venir en este duelo, o en Israel el próximo lunes. La Federación le defiende y el grupo trata de cubrirle.

CUANDO SE DICE QUE EL BARÇA es el club más politizado, no es verdad. No hay equipo más politizado que la selección, como se encargan de hacer ver una parte muy amplia de sus seguidores. La escrupulosa observancia de sus ‘reglas’ perteneció en algunas épocas a los medios centralistas, vigilantes de denunciar la menor sospecha de traición como bien saben Puyol, Xavi, Oleguer o Arconada, cuyas medias blancas siempre fueron blanco de reproches. A Del Bosque le aceptaron a regañadientes porque les dio el Mundial, una Euro y una forma de jugar que les disgustaba y les hacía disfrutar a partes iguales porque era ‘sospechosamente’ parecida a la del Barça. El ‘mobbing’ no afectará la manera de pensar ni de jugar de Piqué