Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)
“Seguro que son gases”
El eibartarra recuerda con humor lo que le dijo Caparrós cuando sufrió el neumotórax
Iniciada su undécima temporada en el Athletic, cuando está a punto de entrar en la treintena, se puede decir que Markel Susaeta ha tenido mucha suerte con las lesiones desde el inicio de su carrera. Esta circunstancia, unida por supuesto a sus innegables condiciones futbolísticas, le ha permitido alcanzar los 444 partidos que lucen en este momento en el casillero de sus estadísticas como león. Si juega el próximo sábado ante el Sevilla, alcanzará a Aitor Larrazabal como séptimo jugador con más encuentros disputados en la historia del Athletic. A las órdenes de Marcelo Bielsa, llegó a acumular la cifra récord de 85 compromisos oficiales de forma consecutiva. Casi nada.
El problema físico más importante que ha tenido a lo largo de todo este tiempo fue el neumotórax espontáneo que sufrió el 5 de mayo de 2011. “Sí, claramente. Ha sido la lesión más grave que he tenido. Por roturas y así no he tenido nada importante y espero que siga así”, expresa el capitán en una entrevista para la revista del club, donde repasa detalladamente aquel episodio: “Fue una mañana que me desperté y sentía un dolor increíble en el pecho. Vine a entrenar a Lezama, salí a correr al campo y no podía dar ni tres pasos porque me ahogaba”.
Fue un asunto bastante serio. Pero, desde la perspectiva que concede el paso del tiempo, Susaeta recuerda con humor una anécdota de aquel día con Joaquín Caparrós, entrenador de los leones en ese momento, cuando se dirigió al utrerano para comentarle lo que le estaba pasando.
Las alubias
“Me acerqué a Caparrós a decirle que me dolía mucho el pecho y va y me pregunta a ver qué había comido el día anterior. Casualmente fueron alubias y, claro, él me dijo que seguro que eran gases. Y a las dos horas estaba en el quirófano para entrar a operar. Es buena esa, jeje”, repasa.
Conviene recordar que, ya en el hospital, se le tuvo que practicar una punción para resolver el neumotórax y que, aunque en principio estaba previsto que permaneciera ingresado entre 48 y 72 horas, finalmente pasó más de una semana en el hospital. Su entonces compañero Gaizka Toquero le dedicó un gol, en nombre de todo el vestuario, agitando su camiseta con el dorsal 14 durante la celebración.
El eibartarra se perdió los cuatro últimos encuentros de aquella temporada -Athletic-Levante (3-2), Deportivo-Athletic (2-1), AthleticMálaga (1-1) y Racing-Athletic (1-2)-, en la que los bilbaínos se ganaron un billete para la Europa League, que aprovecharon con su brillante camino hasta la final de Bucarest ya con Bielsa en el banquillo, con el sexto puesto conquistado en la Liga.
Una vez finalizada la campaña, concretamente el 31 de mayo, Susaeta volvió a pasar por el quirófano para someterse a una pequeña cirugía destinada a evitar la reproducción del neumotórax espontáneo, cuyas posibilidades de sufrirlo aumentan cuando ya se ha padecido antes. Desde entonces no le ha vuelto a dar problemas
“A las dos horas estaba en el quirófano para entrar a operar. Esa es buena, jeje”