Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)
CRUCE DE REENCUENTROS
Los leones vuelven al abrigo de San Mamés tras las decepciones sufridas en Suecia, Leganés y Formentera Valverde regresa a la que fue su casa las cuatro campañas anteriores ya como entrenador del Barça
El regreso de Ernesto Valverde a Bilbao, ya como entrenador del Barça, está acaparando gran parte del protagonismo en los días previos a este clásico de la Liga que ofrecerá su 87º edición esta noche en San Mamés (Martínez Munuera, 20.45 horas, Movistar Partidazo). Pero no será el único reencuentro a tener en cuenta. El Athletic regresa al abrigo de su afición tras las duras decepciones sufridas en las tres salidas consecutivas a Suecia, Leganés y Formentera correspondientes a los tres frentes que siguen abiertos.
Está por ver la reacción que tendrá la parroquia rojiblanca, que asiste con preocupación a la grave crisis de juego y resultados en la que lleva sumido el conjunto bilbaínos varias semanas. Pero si por algo se ha caracterizado esta hinchada a lo largo de su historia es por su incondicional apoyo al equipo. Ayer mismo, el colectivo Iñigo Cabacas Herri Harmaila hizo un llamamiento al resto de aficionados para que se sumaran a su ‘quedada’ en Lezama, donde mostraron su respaldo a los jugadores durante los quince minutos de la última sesión preparatoria que se desarrollaron a puerta abierta para público y medios.
La unidad entre todos los estamentos del club rojiblanco ha sido siempre la base más sólida sobre la que empezar a construir los cimientos de una reacción en los momentos más difíciles. Es la manera de facilitar un entorno donde los leones puedan sacar lo mejor de sí. Porque lo ofrecido en los tres últimos desplazamientos consecutivos -la dolorosa imagen mostrada ante el Östersunds, los escasos recursos desplegados en Butarque y el empate rescatado en el municipal de Sant Francesc ante un recién ascendido a Segunda B- está muy lejos del rendimiento que puede dar esta plantilla. Desde luego. Y como consecuencia de ello, el crédito de su entrenador se ha visto seriamente mermado.
El Barça de Valverde, que lidera la clasificación liguera a partir de su solvencia y eficacia, no parece el mejor rival para iniciar el despegue. Ni a nivel de juego ni de resultados. Pero, precisamente por esa sensación de que hay poco que perder, los leones pueden ganar mucho terreno si consiguen plan-
tar cara a los culés con una versión reconocible de sí mismos.
Será interesante ver el pulso que mantendrán Kuko y Txingurri en los banquillos de San Mamés. Ambos formaron un gran tándem en sus diferentes etapas en Bilbao, primero sobre el césped y después al frente del primer y segundo equipo rojiblancos, y esta noche se verán las caras por primera vez como entrenadores de Athletic y Barça. El que consiga explotar mejor el profundo conocimiento que tienen el uno del otro tendrá mucho ganado. Aunque, no conviene olvidarlo, Valverde tiene la ventaja extra de haber dirigido además al grupo que maneja ahora Ziganda durante las últimas cuatro temporadas.
Los gafes, a prueba
Hay otros elementos, en cambio, que juegan en contra del actual técnico del conjunto catalán. Txingurri se enfrenta a la ‘maldición’ que ha arrastrado en sus anteriores vueltas a ‘casa’ como inquilino del banquillo visitante. Con el Espanyol, perdió en las dos visitas ligueras -campañas 2006-07 (2-1) y 2007-08 (1-0)- y rascó un empate en la ida de octavos de final de la Copa 2007-08 quedando apeado finalmente en los penaltis tras finalizar el partido de vuelta en Barcelona con idéntico marcador (1-1). Volviendo a la Liga, también hincó la rodilla tanto con el Villarreal -2009-10 (3-2)- como con el Valencia -2012-13 (1-0)-.
Ziganda, por su parte, no pudo con el Barça ni en su etapa en Osasuna ni en Xerez. Su saldo global es de tres derrotas y dos empates, ambos a cero en El Sadar