Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)
CON APRETAR NO BASTA
Los leones, mejorados respecto a citas anteriores, mueren en el intento ante el líder Aduriz la tiene con 0-0, pero Messi marca diferencias antes de la sentencia de Paulinho
No pudo ser. Esta vez tampoco. Los leones tuvieron contra las cuerdas al nuevo equipo de Valverde, pero les faltó rematar la faena cuando la ocasión parecía más propicia. Aduriz, como el día del Atlético Madrid, lo tuvo todo a su favor para hacer el 1-0. Ter Stegen, como Oblak en aquel último maldito penalti frente a los colchoneros, acertó a meter una mano milagrosa y dio alas a los suyos.
Messi, cómo no, se encargó más tarde de inclinar la balanza hacia el lado azulgrana. Al argentino, que poco después del uno por uno comentado entre Aduriz y Ter Stegen había perdonado lo imperdonable ante Arrizabalaga, machacó a la segunda. Sus compañeros se encargaron de hacer el resto a partir de ahí.
Solo dos cambios
Pocos peros se les puede poner esta vez a los pupilos de Ziganda. Los rojiblancos lo intentaron desde el pitido inicial hasta el minuto 92, cuando Paulinho firmó la sentencia. Los azulgrana, ayer de verde, lo pasaron mal en fases concretas del clásico. El segundo tiempo se jugó prácticamente en su campo, pero ni la suerte ni el acierto estuvieron del lado local. San Mamés, sumamente respetuoso con lo acontecido un día antes en Catalunya, estuvo con su equipo a lo largo de toda la noche. Fútbol es fútbol.
El Athletic sigue en barrena en lo que a resultados hace referencia. Su fútbol, justo es reconocerlo, mejoró ayer respecto a duelos anteriores. El lístón, también hay que recalcarlo, no estaba muy alto. No queda otra que seguir perseverando en el intento y, sobre todo, de empezar a sumar tanto en Liga como en la Europa League. De tres en tres.
Ziganda tiró esta vez del bloque habitual en Liga. Las novedades en el Athletic vinieron dadas por la presencia de Lekue en el lateral zurdo con Bóveda en el derecho y la de Iturraspe en el doble pivote junto a San José. Los nueve restantes fueron los mismos de Butarque.
Valverde también tuvo que realizar algunas retoques en su once. Alba regresó a la izquierda de la zaga azulgrana con Sergi Roberto en la
derecha, Paulinho ejerció en la zona ancha y Andre Gomez ejerció como interior zurdo. Los culés salieron un tanto cautelosos a San Mamés pese a que Messi, cómo no, fue el primero en romper las hostilidades de cara a puerta.
Los leones, desmelenados en esa fase inicial, empezaron a incordiar a Ter Stegen con llegadas de Lekue, Aduriz e incluso Williams. Una de las jugadas claves de este primer tiempo llegó en el minuto 18. Aduriz se plantó solo ante el portero alemán, pero este respondió con una buena mano a su tiro cruzado. Mes si, sorprendente mente, perdonó lo imperdonable acto seguido ante Arrizabalaga.
El Barça se hizo dueño de la situación a partir de ahí. Rakitic y Suárez tuvieron sus opciones antes de que Messi, esta vez sí, acertara a batir el marco bilbaíno. Paulinho pudo sentenciar poco después, pero su remate acabó en el larguero. Los leones tenían todo el segundo tiempo para tratar de enmendar la plana.
Su salida tras el descanso resultó briosa. Raúl García, de hecho, remató al larguero a las primeras de cambio. La presión bilbaína obligó a los visitantes a jugar buena parte del tiempo en campo propio; pero, pese a las llegadas de Williams y Córdoba; nadie era capaz de probar al portero alemán. Ziganda probó entonces con Beñat por San José.
El decorado del choque apenas varió. Los leones apretaban arriba, los azulgrana mantenían el tipo atrás y el riesgo de una contra, sobre todo cuando Messi entraba en acción, era evidente. Los bilbaínos, pese a todo, no desesperaron en el intento; pero Paulinho, con Susaeta ya a ras de césped, sentenció al borde del final