Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)
ADURIZ REVIVE A LOS LEONES
Un solitario gol del donostiarra permite al Athletic sumar tres puntos más que necesarios Los leones controlan de inicio a fin, pero acaban pidiendo la hora tras la roja a Núñez
Había que ganar y se ganó. El tópico de siempre cobró su auténtica dimensión ayer noche en San Mamés. El Athletic sigue vivo en la Europa League gracias a su triunfo por la mínima ante el Östersunds.
Aduriz, uno de los más listos de la clase, supo marcar la diferencia en el momento más oportuno. Los suecos parecían querer venirse arriba; pero el donostiarra, con un gol de rabia y saber estar dentro del área, aprovechó la más clara que tuvo. Rebote tras remate de Raúl García al larguero y testarazo a la antigüa usanza. Hasta dentro.
Los leones se sacudieron en esa decisiva acción buena parte de su rabia contenida. El panorama continental no se presentaba nada halagüeño para los intereses y la noche se complicaba cada vez más a medida que avanzaban los minutos. Había que marcar y marcó, oportuno, Aduriz. Había que ganar y se ganó.
El Östersunds no fue tan valiente, al menos de partida, como su entrenador había prometido. Los escandinavos optaron de inicio por jugar con tres centrales y no dudaron en meter a todo el equipo en su propio área cada vez que los rojiblancos, ayer de negro por esas cosas de la UEFA, disponía de una falta lateral o un córner. Cierto que tras el descanso amagaron tímidamente con atacar más, pero acabaron encerrados. Esta vez sí ganó el que tenía que ganar.
Sin rotaciones
Ziganda, consciente de la importancia del duelo, dejó las rotaciones para mejor ocasión. El entrenador navarro tiró del mismo bloque titular del sábado anterior frente al Barça con las novedades de Herrerín por Arrizabalaga en la portería y de Balenziaga por Bóveda en la defensa. Lekue, de esta manera, pasó a ejercer de lateral derecho.
Graham Potter, míster del Östersunds, apostó en San Mamés por la misma alineación que presentó semanas antes frente al Athletic en Suecia. Los once futbolistas idénticos, pero distribuidos en un nuevo sistema. El 4-3-3 de entonces se convirtió esta vez en un 5-2-3. El técnico inglés optó en esta ocasión por utilizar tres centrales.
Los leones comenzaron con rabia este duelo. Su presión adelantada obligó a los escandinavos a arriesgar con el balón más de lo necesario. La intensidad bilbaína apenas se tradujo en ocasiones claras de gol.
Córdoba, Aduriz y Williams lo intentaron de manera un tanto tímida. El máximo goleador rojiblanco,
eso sí, obligó a lucirse con su segundo remate de cabeza al meta Keita. Los suecos ni se inmutaron ante este constante ataque local. Apuros, lo que se dice apuros, apenas pasaron durante el primer tiempo. Tampoco dieron gran sensación de peligro, aunque alguna de sus contras, con Sema como gran animador, sembraron cierta inquietud en la preocupada afición de San Mamés.
Potter, consciente del dominio territorial bilbaíno, afrontó el segundo tiempo con nuevo sistema. El Ostersunds, a modo y manera de Suecia, pasó a jugar con su clásico 4-3-3. Los leones tuvieron que empezar a correr más hacia atrás. Edwards, con un tiro alto, avisó además de las nuevas intenciones rivales.
Una vez ajustadas las líneas, los leones volvieron a volcarse en ata- que. Raúl García perdonó entonces lo imperdonable ante Keita. Los bilbaínos querían y no podían ante un rival bien puesto atrás y dispuesto para salir en ataque. Ziganda, consciente de la situación, optó por retirar a San José y meter a Susaeta. La insistencia del Athletic acabó dando sus frutos. Una buena internada por banda de Lekue la acabó culminado Aduriz tras fallo de Williams y remate al larguero de Raúl García. Los rojiblancos tenían lo que buscaban a poco más de veinte minutos para el final. Luego, con Rico y Aketxe y sin Núñez por expulsión, supieron hacer valer su ventaja