Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)
Una victoria merecida
Si hubo un equipo que mereció ganar ayer a la noche en San Mamés, ese fue el Athletic. Con más corazón y empuje que buen fútbol, los rojiblancos se llevaron tres puntos vitales para seguir vivos en la pelea por lograr el billete para los dieciseisavos de final de la Europa League, el objetivo marcado para la primera parte del curso.
El Athletic ha recuperado las esencias que tan buenos resultados le dio en temporadas anteriores. Una buena noticia. El equipo de Kuko Ziganda presionó al Östersunds en la primera mitad como no se ha visto a lo largo de esta temporada. Se palpaba la importancia que tenía el triunfo para los leones, que pusieron toda la actitud necesaria para lograrlo. En algunas acciones pecaron de precipitación por la ansiedad de marcar, pero nadie les puede negar las ganas de remontar el vuelo en la segunda competición continental.
El partido llegó con 0-0 al descanso y tras la reanudación el dominio y la presión ya no fueron las mismas del primer periodo. Lógico después del desgaste realizado. El conjunto de Graham Potter salió más arriba y el partido se igualó. Corría peligro el empate, resultado que por otra parte tampoco le valía al Athletic.
Así avanzaba la segunda parte hasta que llegó la jugada del gol del Aduriz después de un buen remate al larguero de Raúl García, el rojiblanco que supo leer mejor el encuentro en el día de ayer.
El delantero donostiarra emergió por encima de los zagueros suecos para hacer lo que mejor sabe, marcar de cabeza. El gol vino a premiar la mayor ambición de los locales con las virtudes que le caracterizan, presionar muy arriba al equipo contrario y meter mucho ritmo al partido. Ganó el equipo que más lo mereció