Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)
Función escoba para alargar la versión eléctrica
San José e Iturraspe repitieron en la medular; activos en la recuperación pero sin presencia creativa
“Llevamos casi cuatro meses y ya estamos para anclar algo. Sería interesante repetir”. Lo dijo Kuko Ziganda a la conclusión del choque frente al Barça respecto al dúo San José-Iturraspe en el centro del campo y cumplió ante el Östersunds. Las sensaciones contra los culés fueron positivas y el objetivo era darle continuidad. Eran los encargados de gestionar las emociones. Los dueños de articular el fútbol ofensivo y de contener las embestidas de un conjunto sueco preciso hasta el infinito.
Vesga fue el descarte de la lista inicial de 19 efectivos del técnico. Es el segundo encuentro consecutivo que se queda en la grada. Frente al Barça también se quedó fuera de la convocatoria en los prolegómenos.
Iturraspe, con el brazalete de capitán, y San José tenían la obligación de dotar de equilibrio a un Athletic que salió valiente en la presión. El Östersunds había demostrado en Suecia su capacidad para lanzar ofensivas de vértigo y guardar la posición era vital para los pivotes. El navarro le vio las orejas al lobo muy pronto. Pettersson recibió y salió a mil por hora. San José solo le pudo frenar con falta. Bien podía haber sido amarilla, pero era la primera y Pawel Gil únicamente le avisó.
Los metros que ganaban los leones en la presión provocaban que ninguno de los mediocentros quedase como ancla específica cuando los de Potter tenían la posesión. San José incluso iba a presionar al área sueca. El Athletic quería robar rápido y no dar tregua a su rival. Tanto el navarro como Iturraspe debían barrer todos los rechaces para darle continuidad a los ataques bilbaínos. Lo suyo era una función escoba para alargar la versión eléctrica del equipo.
Vesga fue el descarte de Ziganda y se quedó por segundo partido seguido en la grada
Vuelta de Mikel Rico
El de Abadiño fue el encargado de botar los córners, desde las dos bandas. Aunque escaso rédito les sacaron los de Ziganda a los 16 saques de esquina que tuvieron en total. El 8 tuvo intentos incluso para buscar el gol olímpico. Keita despejó de puños. San José intentó explotar el factor sorpresa al borde del descanso. Se metió dentro del área tras una internada de Córdoba, pero no acertó en el control.
La presión del Athletic disminuyó en la segunda mitad. Perdió presencia en la sala de máquinas cuando los visitantes poblaron la parcela ancha. Puede que el esfuerzo previo también pasara algo de factura. El Östersunds no se acercaba a las inmediaciones de Herrerín, pero los espacios que dejaban los leones atrás debido a su necesidad de victoria creaban incertidumbre. Ziganda fue un paso más allá dando entrada a SusaetaporSanJosé. Eratodo o nada. Y en ese fútbol eléctrico, sin excesiva claridad, llegó el gol de
Aduriz. Pura insistencia.
Acto seguido, Kuko dio entrada a Mikel Rico, que no jugaba desde la vuelta contra el Panathinaikos, en lugar de Williams. Había que ponerle cemento a la medular. Una ayuda para un Iturraspe más que correcto en labores de zapa. Lo suyo era sostener. El de Arrigorriaga buscó frenar la salida de balón de los suecos, aunque no colaboró en poner pausa en el bando local. El Athletic no fue capaz de alargar las posesiones en el tramo final. Fue demasiado vertical cuando no era necesario. Los nervios y la presión, eso sí, no se vieron reflejados en el marcador