Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)
El panorama se complica
El Athletic volvió a mostrar su peor cara en Balaídos. El equipo comenzó dominando el partido, pero pronto, muy pronto, se pudo comprobar que había salido al campo sin la tensión necesaria para plantar cara al Celta en un encuentro muy importante para los leones, que solo habían sumado cuatro puntos en los últimos siete encuentros. Ahora ya son ocho.
Desde el primer momento, me pareció que a los rojiblancos les faltaba intensidad. No presionaban en campo contrario ni jugaban con el ritmo que necesitan para mostrarse como un rival competitivo. Sin estas dos virtudes se convierten en un equipo vulgar, porque esta temporada no pueden compensarlo con fútbol, bastante escaso por no decir nulo. Fue algo imperdonable. El buen juego también faltó ante el Östersunds, pero al menos sí que saltaron al campo concienciados de la importancia de ganar.
Es fácil decirlo a toro pasado, pero en la alineación eché en falta a Iturraspe, el futbolista que está aportando un poco de criterio en las últimas jornadas. Es cierto que jugó todo el partido el jueves, pero ahora hay quince días para recuperarse y el partido era muy importante como para dejar en el banquillo al hombre más en forma de la medular. Lo mismo pensé de Aduriz. También se pudo comprobar que Córdoba no tenía la chispa imprescindible que se espera de todos los extremos. Bastante mérito tiene el canterano como para pedirle que sea el mejor todos los partidos.
Llegó la debacle y el Athletic salió en la segunda mitad dispuesto a presionar. ¿Por qué no lo hicieron desde el comienzo? El equipo se mostró incapaz de marcar el segundo y ahora tienen que pasar por San Mamés Villarreal, Real Madrid y Real Sociedad. El panorama asusta