Un año muy difícil que acaba de 10

Ninguno de los seis títulos de Marc Márquez tiene parangón incluidos sus cuatro MotoGP. 2013 fue el de los errores de rookie, el que costó atar al tercer ‘match-ball’ pero siempre estuvo al mando. 2014 fue un monólogo con 10 triunfos de una tacada y 12 en un año que dejó sin argumentos a sus rivales.

Tras el disgusto de 2015 en el que enterró demasiado pronto la corona por no aplicar la filosofía ‘Doviniana’ de olvidarse de los demás, llegó 2016. Pese a las carencias técnicas echó el resto y encarriló pronto y bien el famoso ‘Give me 5’.

2017 ha sido un año estresante, mucho, aunque como siempre

Alta dosis de ansiedad por la falta de chicha del motor y tener que arriesgar frenando

le ha quitado hierro al asunto. En lugar de entrar en una larga letanía por la falta de chicha del motor y de tener que buscar los tiempos en la frenada con el riesgo de caída que supone y demuestran sus 27, descontando la docena larga de salvadas la última en la carrera que le coronó campeón, ha preferido tirar de ‘frivolidad’.

Y desveló esa pérdida de pelo que tanto le mosqueó este junio. Estar a 37 puntos del líder y no saber si tendría armas para remontar le provocó ansiedad. Aprendió a relajarse y lo del pelo se solucionó con “cremitas”. Así que ese “he celebrado el título tan efusivamente porque me hace tanta ilusión como el primero” es la clave de todo

FOTO: AP Marc Márquez ha celebrado el último como si fuera el primero