Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)
Ya no basta con una mano
El nuevo título del #93 deja obsoleto el ‘Give Me 5’
Hace ahora casi un año Marc Márquez recogió el premio al Mejor Deportista en categoría masculina de la 69ª Gala del Mundo Deportivo. Aquel 23 de enero, apenas dos meses después de haber popularizado el ‘Give Me 5’ (choca esos 5) en honor a la consecución de su entonces quinto título mundial, le planteamos al de Cervera la problemática de que este lema quedase obsoleto en 2017 si prolongaba su supremacía en MotoGP; y Marc, advirtiendo que no sería fácil lograrlo, pero con la naturalidad del que ha hecho de la victoria una buena costumbre, respondió: “Bueno, si es por eso, buscamos otra celebración; sin problema”.
Ayer, a eso de las 14.47 horas, Marc comenzó la vuelta de honor a la pista de Cheste como ‘hexacampeón’, y cuando llegó a la altura de la curva 6 del Ricardo Tormo, donde estaba ubicado su club de fans, allí le esperaban su hermano Alex y su fiel escudero y ‘sparring’ Jose Martínez para recibirle. Le invitaron a tirar un enorme dado rojo como pistoletazo a la celebración del título con un “lanza, que sale el seis seguro”. Marc no se fiaba demasiado y temía hacer el ridículo tal y como desveló más tarde en rueda de prensa; pero sí, salió el 6 gracias a que el dado estaba trucado.
En cierto modo, y sin que los que prepararon aquello lo hubiesen hecho a propósito, escenificaron un ejemplo práctico de que nada de lo que sucede en torno a la figura
Su hermano Àlex y su escudero Jose Martínez fueron los primeros en abrazarle
del #93 es consecuencia de la buena suerte. Aquel ‘noi’ de Cervera que aterrizó en el campeonato del mundo en 2008 a día de hoy es el más laureado de la historia a la edad de 24 años, y no como fruto de la casualidad, sino por haber sabido rodearse de todo aquello que le empuja para sacar lo máximo de sí mismo.
Resulta imposible entender el ‘fenómeno Marc’ sin su padre Julià, su madre Roser, los mencionados Alex y Jose, su ingeniero de pista Santi Hernández, su manager Emilio Alzamora y, en definitiva, todo el ‘team Márquez’.
Porque encima de la moto solo se ve al piloto, pero detrás del mismo existe un excelente engranaje de piezas que hacen del 93 una perfecta máquina de ganar.
La salvada de su vida
La celebración arrancó con el lanzamiento de un dado gigante trucado ‘al seis’
A siete giros del final, Marc protagonizó la salvada de su vida, evitando una caída tras tocar el asfalto simultáneamente con su codo y rodilla izquierda desafiando las leyes de la física. Su padre, que estaba en el box de Repsol Honda, se llevó las manos a la cabeza en lo que fue una reacción muy expresiva, pero en definitiva coincidió con la de la mayoría de aficionados cuando las cámaras mostraron la repetición de lo sucedido. Fue un nuevo truco que sumar al repertorio del ‘mago Márquez’, a quien ya no le basta con los dedos de una mano para contar sus títulos, y quién sabe si algún día tampoco tendrá suficiente con las dos