Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)
“ES IMPOSIBLE GANAR SI NO ARRIESGAS”
Mikel prepara Urrutikoetxea para afrontar (Zaratamo, el domingo 1989) en el frontón Bizkaia su quinta gran final como profesional. Será la segunda del Cuatro y Medio, un torneo que ganó hace dos años tras batir al ya retirado Irujo (22-20). Las apuestas le señalan como favorito frente a Jokin Altuna, al que arrolló en la liguilla de cuartos (2212). En la línea de su maestro, ídolo y mentor, Aimar Olaizola, Urruti prefiere despojarse de esa etiqueta. ¿Echaba de menos ya el cosquilleo previo a una final?
Llegar a una final siempre es especial. Es el sueño que tiene todo pelotari desde un principio y aunque sea para mí la quinta, la vivo como si fuera la primera. Usted disputó seguidas cuatro finales, de las cuales ganó las tres primeras, y después ha encadenado tres torneos y sin alcanzar la máxima cita. ¿Pensaba ya que lo de las txapelas había sido flor de un día?
Para nada. Jugar cuatro finales seguidas no es fruto de la casualidad. Con todo, valoro más el rendimiento que se está dando durante todo el año. Vamos por buen camino. Llegar a semifinales ya es una cosa grande, te metes entre los cuatro mejores y viendo el gran nivel de pelotaris que hay, no es nada fácil. La que jugué hace un par de semana contra Bengoetxea VI era mi décima semifinal, estaba contento con eso, pero quería llegar a una final. El año pasado después de perder 22-21 contra Oinatz, me quedé con esa pena. Por suerte, este año volvemos a estar en la final. En esta edición, ha ganado los cuatro partidos que ha jugado con mucha autoridad. Nadie le ha llegado a hacer 15 tantos. ¿Pensaba, antes de empezar el campeonato, que iba a estar tan bien?
No. Siempre tienes esas dudas de cómo te vas a encontrar. Venía de jugar la final del
Master Codere y teníamos doce días para preparar lo mejor posible el campeonato. No son muchos, pero pudimos prepararlo bastante bien y luego los partidos que he ido jugando me han dado confianza. He podido ganar los cuatro y las sensaciones en todos han sido buenas. De esos cuatro partidos, ¿con cuál se quedó más a gusto? ¿Cuál le ha parecido el más redondo?
No me quedo con uno, sino con el campeonato en general. Ha habido momentos en los que he jugado muy bien y otros en los que las cosas no me han salido y he cometido fallos, pero jugando a ese ritmo es normal. Hay que analizarlos e intentar no repetirlos en los partidos posteriores.
En sus primeras finales, contra Olaizola II e Irujo, los favoritos eran sus rivales. Ahora, el favorito es usted. ¿Se ha hecho ya a llevar esa etiqueta?
No me veo como favorito para este partido. Lo veo muy abierto, al 50 por cien. Todo te lo juegas a una carta. En ese día, en ese momento, tienes que estar al cien por cien, y si el rival tiene el día, te pasa pro encima. Y teniendo en cuenta el rival que tengo enfrente, que es Altuna, un pelotari muy peligroso, que ha demostrado que dentro del cuatro y medio se desenvuelve muy bien, todavía más.
¿Llegó a plantearse la posibilidad de solicitar aplazamiento por la lesión en el dedo en su mano zurda que se produjo en el último partido de la liguilla de cuartos? No, porque sabía que no iba a haberlo. Me parece buena idea que no haya aplazamiento y que sigan haciéndolo así. Al final son cosas del deporte, mala suerte. La fractura por suerte estaba en la punta del dedo y con una capucha, aunque con ciertas molestias no me impide darle a la pelota y pude jugar el partido de semifinales.
¿Resulta difícil abstraerse del dolor tanto en los partidos como en los entrenamientos?
Al principio tenía esas dudas sobre cómo me iba a encontrar. Pero fui a Logroño a entrenar de cara a la semifinal y las sensaciones eran bastante buenas, yo pensaba que me iba a doler más. Se barajó la posibilidad de infiltrar la punta del dedo, pero al final no fue necesario. Siempre piensas un poco en el dedo, pero ya con la tensión de partido, cuando estás en la cancha le sueltas con todo y da igual si duele o no.
El día de la semifinal sufrió un golpecito precisamente en el dedo lesionado. ¿Algún problema añadido?
No, lo tuve unos días dolorido, porque la fractura sigue ahí y lleva su tiempo que se suelde. Normalmente los golpes malos siempre van al sitio que tienes lesionado... Pero no fue nada importante.
En aquella semifinal, contra Bengoetxea, lo bordó tanto con el saque como con el resto, dos facetas básicas en la lucha individual. ¿Las ha trabajado mucho?
Si te digo la verdad, no lo hemos trabajado. Los entrenamientos que hemos hecho han sido partidillos con contrario, pero no nos hemos centrado ni en el resto ni en el saque. Son dos cosa importantes y si las haces bien, tienes mucho ganado.
¿Qué es lo que más le preocupa de Altuna III?
No es preocupar, pero la verdad es que lo hace todo bien. Está rindiendo a un grandísimo nivel. Técnicamente es un pelotari muy grande, que termina muy fácil el tanto. Y a la hora de defender le veo bien también. Es un rival muy completo y tendré que hacer las cosas muy bien si quiero tener opciones de ganar.
Son dos estilos muy diferentes. Usted, más sobrio, más sólido. Él es de los que les gusta arriesgar, jugar al límite…
Sí, pero hoy en día si no arriesgas, es imposible ganar un partido poniendo la pelota a buena. Creo que tendremos que arriesgar los dos y arriesgar con sentido y haciéndolo bien. Si no lo haces, el rival te defiende y así es imposible ganar.
¿Se siente usted reconocido como pelotari por la afición?
No sé. Cada uno tendrá su opinión sobre mí, algunas positivas y otras negativas. Yo intento mantenerme al margen,
hacer aficionados mi trabajo a los y que hacer le gusta disfrutar verme. a los Usted del relevo y Altuna a una son generación dos abanderados de oro en usted la pelota. competir ¿Qué con ha pelotaris supuesto de para la talla de Olaizola II, Irujo, Titín, Bengoetxea VI, Barriola…?
Algo especial. Son pelotaris que, cuando yo tenía once años, les veía por la tele jugar las finales. La primera vez que fui a entrenar con Aimar para el mano a mano me hizo especial ilusión. Y luego ya jugar contra él en un campeonato oficial, ni te cuento. Ya dije en su momento que las dos primeras finales las valoraba más porque había ganado a dos grandes figuras de la pelota en activo. En estos días, cuando cierra los ojos, ¿se ve en el podio con la txapela? No pienso en eso, solo pienso en el partido, en intentar hacer lo mejor posible el trabajo. Sí es un sueño ganar una segunda txapela del Cuatro y Medio, pero estamos cerca y a la vez lejos. Es un partido complicado, si lo conseguimos bien y si no, contentos con el trabajo realizado. Después del Cuatro y medio llega el Parejas. ¿Va a jugar de delantero o de zaguero?
No lo sé, todavía no me ha confirmado la empresa. Mientras esté en la cancha, contento. Mi posición esta claro que es la de delantero y seguramente jugaré en mi posición. No creo que me lleven atrás. ¿El haber competido como zaguero, el acostumbrarse a restar saques, el pelotear desde detrás, le ha servido para ser un pelotari mas completo en el mano a mano?
Hoy en día, en el mano a mano, se restan de aire muchas pelotas. Para el cuatro y medio, el saque también es diferente. Me ha servido para conseguir esa txapela de zaguero, y si consigo otra de delantero seré el primer pelotari en la historia que tenga ese doblete. Ganarla con Aimar tenía además un especial punto de motivación para mí. Por tanto, ahora falta el otro cincuenta por ciento del desafío: ganar el Parejas como delantero.
Sí, es otra de las motivaciones que tengo, pero será muy complicado. Si un día lo conseguimos, contento. Si no, también. ¿Qué pasará el domingo en el frontón BIzkaia?
No partido, lo sé. que Esperemos se recuerde que salga como un un buen gran final, nuevo que y luego, lo dos lógicamente, podamos dar que nuestro gane yo