Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)
Abu Dhabi le debe una alegría a Fernando Alonso
El asturiano sigue persiguiendo el tricampeonato que perdió de forma cruel en 2010 en el Yas Marina
Han pasado más de 7 años y el recuerdo del pasado 14 de noviembre de 2010 sigue siendo amargo para Fernando Alonso y sus seguidores. El piloto asturiano perdió su oportunidad más grande de recuperar el trono logrado en 2005 y 2006 en la F1 e igualar a su ídolo Ayrton Senna con tres Mundiales, un sueño que persigue desde niño y que, ahora, a sus 36 años, todavía busca con la misma ilusión y ganas que entonces.
El asturiano pilota este fin de semana en el circuito de Yas Marina con pretensiones muy distintas en carrera, sin opciones de ganar, aunque sin apartar la mirada al mismo objetivo que se le negó en 2010, pensando en aprovechar la última cita del año para evolucionar su monoplaza de 2018 con el que quiere volver a ganar.
Dicen que para avanzar es importante aprender de los errores del pasado, y en este sentido, tanto para Fernando como para Ferrari, aquel fallo debe ocupar un lugar especial en su memoria.
Alonso llegaba a la última cita Mundialista con 15 puntos de ventaja sobre Vettel y 25 sobre Hamilton. Le bastaba con ser sexto o peor para ser campeón si ganaba el teutón de Red Bull, y aquel día, todo salió del revés. La suerte y la estrategia de su equipo le condenaron a la séptima plaza. Los aficionados alonsistas jamás olvidarán los intentos desesperados del asturiano por pasar a Petrov y muchos de ellos todavía sueñan con que lo consiga al ver repetidas aquellas imágenes . Tras perder la tercera plaza en la salida ante Webber y después de la entrada del ‘safety car’ por un accidente entre Schumacher y Liuzzi , la escudería italiana picó en el anzuelo de Red Bull y entró a boxes después de que lo hiciera Webber. Se produjo entonces un movimiento que podía haber firmado cualquier niño en un tablero de ajedrez. Alonso se ‘comió’ a un peón pero aquel paso le hizo perder la partida ante el que sería el nuevo rey por cuatro años consecutivos. Avanzó a Mark pero nunca pudo con Petrov, que se había visto beneficiado por adelantar su parada. El asturiano y todos los españoles que estaban pegados a su televisión fueron incapaces de derribar el muro ruso, que tras la carrera sorprendió asegurando que “se me pasó por la cabeza dejarme adelantar por Alonso. Pero me acordé de la temporada 2008 cuando Vettel casi fastidió el campeonato a Hamilton”.
Sin quererlo, Lewis se había colado en la mente de Vitaly y de nuevo en el destino del bicampeón español, al que ganar aquel Mundial le habría cambiado la vida. Así lo aseguró en su blog personal hace dos años Luca Colajanni, el que fue jefe de prensa de Ferrari cuando el asturiano era la estrella de la ‘Scuderia del Cavallino Rampante’.
Marcó su paso por Ferrari
“Es cierto que el error de la llamada a boxes fue enorme, es inútil volver para agonizar sobre ello”, expresó Luca, aunque también reconoció que fue el primer día del futuro adiós de Fernando a Ferrari: “Habría ganado en su primer año con Ferrari ese tercer título que todavía persigue y posiblemente ello habría aliviado ese enfado latente que finalmente le llevó a parar de forma traumática su relación con Ferrari”.
“Alonso sería más ferrarista si le hubiéramos hecho ganar el Mundial en 2010”, también declaró el pasado año Luca Cordero di Montezeolo, ex presidente de la compañía italiana, recordando un episodio que marcó la carrera del asturiano. Lograría dos subcampeonatos más en los tres años que seguiría en la estructura transalpina y finalmente, en Abu Dhabi 2014 se despedía para marcharse a McLaren, algo que desveló el ahora ahora Rey emérito Juan Carlos I en un ‘descuido’ televisivo en el Yas Marina. En esa última carrera vestido de rojo en las isla artificial de Yas, las palabras de Fernando fueron claras: “me voy para ser campeón”. Y tres años más tarde sigue persistiendo. Incansable. “Personalmente tenía muchas expectativas por el proyecto McLaren-Honda y fue la razón pero al que me fui de Ferrari”, comentó el jueves. Alonso se prepara para sufrir de nuevo con su motor Honda en pista mañana. Pero sabe que Abu Dhabi le debe una alegría. La primera será despedirse del propulsor nipón con su última carrera. La segunda espera que llegue en 2018, con el asturiano peleando por un triunfo en Abu Dhabi o quizás por aquel Mundial que perdió hace siete años
El GP de Abu Dhabi de 2010 fue clave en el posterior adiós de Fernando de Ferrari