Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)
“Si dijese que estoy bien, sería mentira”, asegura Kike Sola
El jugador menos utilizado por Ziganda esperaba tener hoy ocasión de jugar ante el Formentera, como en la ida, pero se quedó otra vez fuera
Kike Sola es el futbolista de la actual plantilla rojiblanca menos utilizado por Kuko Ziganda. Al igual que le ocurriera con Ernesto Valverde en el banquillo bilbaíno, el ariete navarro no está teniendo oportunidades de jugar y solo ha disputado un encuentro oficial, el de ida de la eliminatoria copera ante el Formentera en tierras baleares. Allí jugó sesenta minutos, siendo reemplazado por Raúl García, autor del gol que evitó un fiasco del Athletic ante el conjunto de Segunda B (1-1).
El delantero esperaba tener la oportunidad de jugar hoy en el choque de vuelta de San Mamés, aunque al final se volvió a quedar fuera de la convocatoria. Horas antes, el porpio Sola no las tenía todas consigo. “Nunca se sabe cuál es la situación hasta que no dan la convocatoria y el once, pero creo que el partido del miércoles sí va a servir un poco, por lo que comenta el míster, para disfrutar de minutos los que menos estamos jugando. Ojalá sea así, porque para eso estamos, para pelear y, sobre todo, al que le toque, aprovechar esos minutos”, dijo en declaraciones a Radio Euskadi.
En el caso de que el técnico rojiblanco le fuera a dar la ocasión de pisar el césped, Sola afirmaba iba a afrontar este partido “con muchas ganas y con mucha ilusión. Ya no con ganas de demostrar, sino de que esos minutos que me den intentar aprovecharlos y, lo más importante, intentar disfrutarlos”.
El navarro dijo que sabía que en la Copa no valen las confianzas a pesar de que el rival sea de menos categoría: “Podemos partir de favoritos, pero el Formentera vendrá a disfrutar y a intentar hacer sus deberes y nosotros, también. Ellos demostraron que tienen calidad”.
Sobre su situación de ostracismo continuado, Sola aseguró que “no es fácil. Si te dijese que estoy bien, sería mentira. Pero no me queda otra que seguir peleando, trabajando, entrenando, y esto es así, no hay otra. La única manera de darle la vuelta a esto es no bajar los brazos, morderte los labios, apretar los dientes y pensar en el día a día y en que hay que ir a entrenar como si fuese el último partido. Me lo tengo que plantear de esa manera. No queda otra que ser insistente”.
En su quinta temporada desde que fichara por el Athletic, desconoce el motivo de por qué no ha cuajado en Bilbao: “No lo sé. Si lo supiera ya le habría dado la vuelta de alguna manera. Peleo con gente que tiene muchísima calidad y… Quizás en estos últimos años estamos viendo cómo está Aritz Aduriz, que es con el que compito por el puesto. Estamos hablando de un grandísimo jugador, internacional y muy importante en el Athletic. Ha sido y es difícil quitarle el puesto, por las situaciones en las que he estado y por la trayectoria de él. Y en este caso a Iñaki Williams, también. Un grandísimo jugador, que marca la diferencia. Estamos a tiempo todavía de darle la vuelta y de poder cambiar el chip. Mientras hay vida hay esperanza”.
A sus 32 años, finaliza contrato el próximo mes de junio, pero no piensa ahora en salir en el mercado de invierno ni en qué ocurrirá al final de esta temporada: “No me planteo más allá de mañana. Soy feliz pudiendo ir todos los días a entrenar a Lezama y a partir de ahí llevarlo todo lo mejor que se pueda. Peleo para ser feliz cada día y tener la conciencia tranquila”