Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)
DESCALABRO EN ROJIBLANCO
Los leones dicen agur a la Copa en San Mamés frente a un equipo de 2ª B que marcó en el último segundo Los rojiblancos perdonan cuando tienen que resolver y se duermen en los laureles en la jugada clave del choque
La Copa ya es historia para el Athletic. El Formentera, un equipo que figura en decimocuarta posición en su grupo de Segunda B, dio la campanada en San Mamés en la última acción de un choque frío y pasado por agua. Álvaro, aprovechando la salida de un córner, batió a Herrerín sin que los leones tuvieran tiempo ni para sacar de centro.
Un cruel desenlace, sin duda, para un equipo de Ziganda que no levanta cabeza. Al contrario. Lo de ayer supone un auténtico misil en la línea de flotación de una nave bilbaína que deambula a la deriva desde hace ya algún tiempo. El entrenador navarro no acaba de dar con el rumbo idóneo. Sus jugadores tampoco le facilitan la labor.
El choque ofrecido por el Athletic resultó penoso. Cierto es que los rojiblancos dispusieron de ocasio- nes para haberse puesto por delante en el marcador, pero más a base de insistencia que de calidad o claridad de ideas. Ayer les tocó el turno a los menos habituales, pero ni por esas.
El hecho de que Aduriz, Iturraspe y Raúl García tuvieran que comparecer en el último tramo del encuentro resulta sumamente significativo. Que Lekue, en pleno tiempo de prolongación, se durmiese en un balón que debió salir despedido lejos de su área, también. Lo de anoche en San Mamés no tiene palabras.
Ziganda aprovechó este envite copero para dar minutos a los menos habituales. Laporte y Williams, de hecho, fueron los únicos en repetir en el once titular con respecto al presentado por el técnico navarro el pasado domingo en Riazor. Dado que Herrerín se situó bajo palos por la ausencia en la lista del tocado Arrizabalaga, ocho leones tuvieron así la opor-
tunidad de reivindicarse ante su público. Público, por cierto, más bien escaso en San Mamés dada la desapacible noche bilbaína y el propio horario del duelo. La entrada osciló en torno a las 15.000 personas.
El Formentera, con algunas bajas en sus filas, apostó por un sistema similar al del Athletic. Los esta vez azules tiraron del sistema 4-23-1 con el exrojiblanco Garmendia ejerciendo en el doble pivote junto a Liñán, autor del gol de los de García San Juan en la ida. Los visitantes dejaron pronto clara su intención de replegarse para buscar la sorpresa al contraataque.
Los leones, con Aketxe moviéndose entre líneas, fueron incapaces de meter el ritmo adecuado al choque durante el primer tiempo. La posesión y el control, salvo en fases contadas, fueron suyos, pero sus ocasiones de gol fueron más bien escasas. Un tiro de Aketxe, otro de Saborit, un remate a bocajarro de Williams que salvó Nando bajo palos y poco más. La eliminatoria seguía abierta al descanso.
El decorado apenas varió en la segunda mitad. La presión rojiblanca aumentó en intensidad, pero sin rédito alguno. Sabin Merino, Aketxe y Williams tuvieron sus opciones de cara a gol en medio de la cada vez más desesperada hinchada local. El Formentera siguió a lo suyo e incluso comenzó a dejarse ver por las inmediaciones de Herrerín.
Ziganda, consciente de la situación, recurrió primero a los servicios de Aduriz y minutos más tarde a los de Iturraspe y Raúl García. García San Juan, por su parte, optó por realizar sus tres cambios antes del último cuarto de hora. Garmendia, por cierto, se fue entre aplausos. Álvaro, una de sus bazas, acabó sentenciando