Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)
FRENAZO CON POLÉMICA
El Barça chocó en un buen Celta y en otro arbitraje defectuoso para perder los dos primeros puntos en casa en la Liga Un gol mal anulado a Suárez, dos tiros al poste y el meta gallego neutralizaron la remontada y Umtiti se lesionó en el 2-2
Se escaparon los dos primeros puntos de la Liga en el Camp Nou tras el empate arrancado por el Celta con la ayuda inestimable del árbitro, el señor Melero, que anuló un gol legal a Luis Suárez en el primer tiempo y crispó los nervios del Camp Nou. Dos goles de Messi y Suárez remontaron el tanto inicial de Iago Aspas, que generó el 2-2 definitivo de un Celta sobresaliente en la jugada en que, además, se rompió Umtiti, la peor noticia del partido. El conjunto azulgrana, sin embargo, pudo ganar: tuvo minutos de muy buen fútbol, consiguió un gol legal que fue anulado y generó ocasiones para sentenciar, entre ellas dos tiros al palo y falta para Messi en el último segundo.
El argentino ofreció uno de esos partidos en los que hace de todo. O casi. Le faltó marcar en esa falta final. En cambio, algo no acabó de funcionar en la sala de máquinas de la media, donde faltó continuidad. Messi dirigió, asistió, dribló, marcó... pero no ba stó. Fue un día más el faro del Barça, jugando cerca del área porque Valverde dispuso un 4-4-2, con Paulinho de mediapunta y dejando arriba a Leo y Luis Suárez, con pasillos para las subidas de Alba por un lado y Rakitic o Sergi Roberto por el otro. Luis Suárez sigue lejos de su mejor puesta a punto y saca poco rédito a su brega.
Mal agüero
La presencia de un árbitro apellidado Melero en el Camp Nou no podía acarrear nada bueno. Y no lo hizo. El trencilla fue una catástrofe. Al primer minuto de juego ya había amonestado a Luis Suárez por una falta sobre Sergi Gómez en la que el central se dislocó el hombro y tuvo que ser sustituido. Y más adelante, en los mejores minutos delBarça,anulóungolaluruguayo inventando un fuera de juego.
No estuvo cómodo el Barça ante el Celta, por el horario, por la extraña sensación de jugar con el sol de cara, por el árbitro y por la buena puesta en escena del conjunto de Unzué, que supo jugar al Barça: presionaba la salida de balón de los azulgrana, se replegaba cerrando espacios y salía al contragolpe en cuanto tenía ocasión.
En uno de esos contragolpes, Iago Aspas tiró el desmarque ante una defensa muy adelantada y recibió de Brais al hueco. Piqué rompía el fuera de juego y el celtiña se fue a placer. Ter Stegen repelió el primer remate de Maxi Gómez tras el pase de la muerte de Aspas, que no perdonó tras recoger el rechace del meta.
En dos minutos empató Messi, al recoger un pase de Paulinho cuyo destinatario inicial era Suárez tras una pared entre el brasileño y el uruguayo. Messi controló en la frontal del área, encaró y marcó. Con el gol, se pusieron en marcha los mejores minutos del Barça, pero ahí apareció Melero, anulando el gol legal de Suárez tras pase al espacio de Messi. Poco después Leo remató al palo tras jugada personal y Paulinho, solo, remató de cabeza, con paradón de Rubén Blanco.
Paulinho perdonó el segundo tras recibir de Messi, recortar ante la salida de Rubén Blanco y rematar desviado sin portero. Fue Suárez quien, resarciéndose de una tarde especialmente desafortunada, marcó el segundo, que remontaba el partido tras acción, por supuesto, de Leo. Jugadón entre Messi y Alba, con pase magistral de Leo, centro del lateral y remate del uruguayo.
Perdón del Barça y empate
Rubén Blanco volvió a salvar al Celta con otro paradón en otro remate de cabeza, esta vez de Messi, y poco después el Barça echó de menos ese gol. Nuevamente marchó Aspas, encarando a Umtiti, que quedó clavado y roto. Su pase lo remató a gol Maxi Gómez.
Paulinho remató alto y Piqué tiró al palo tras recibir de Messi y driblar al meta, con lo que los últimos minutos se convirtieron en un drama con el partido roto, intercambio de ataques y nervios por los dos puntos que se escapaban, en un tramo final con ocasión de Alcácer y en el que el Celta recurrió a todo tipo de hosquedades, como la que dio lugar a la falta que Messi lanzó en el último suspiro y que dio en la barrera antes de salir fuera