Los crakcs que Mourinho dejó escapar en el Chelsea

En la Premier League se podría decir que hay tres grandes jugadores destacando en estos momentos en los equipos más punteros: Harry Kane (Tottenham), Kevin de Bruyne (Manchester City) y Mohamed Salah (Liverpool). Por increíble que parezca, estos dos últimos futbolistas están triunfando en Ingalterra a pesar de Jose Mourinho, que no supo ver en ellos el increíble potencial que tenían cuando eran más jóvenes y formaban parte de su plantilla.

En la segunda etapa de ‘The Special One’ en el Chelsea, el técnico se encontró con dos auténticos regalos en forma de futuros cracks. El primero, belga, había sido fichado un año antes del Genk (8 millones de euros) y cedido al Werder Bremen, donde una gran temporada, en la que hizo diez goles y diez asistencias con solo 21 años, le avaló para ganarse una oportunidad en Stamford Bridge. Pero no fue así. Mourinho no le dejó. Bajo las órdenes del portugués De Bruyne solo jugó tres partidos y, pese a la insistencia de la prensa por saber que pasaba con un jugador sobre el que estaban puestas las esperanzas depositadas, en una jugada poco acertada lo terminó vendiendo en enero de 2013 al Wolfsburgo (22 millones), donde rompería todos los esquemas, con 27 asistencias en una sola temporada, que le valdrían el fichaje por el Manchester City (74 millones). Ahora, bajo las órdenes de Pep Guardiola, el de Drognen se ha convertido, no solo en uno de los mejores directores de orquestra, sino en uno de los futbolistas más determinantes del planeta.

En el mismo tiempo y época coincidieron el belga y Salah. Fue en la campaña 13/14, cuando el egipcio fichó desde Basilea (16,5 millones), donde se exhibió en Champions League, demostrando muchas aptitudes. Pero Mou tampoco confió en él. Estuvo solo una temporada y media y apenas jugó 13 encuentros. Marchó a la Fiorentina cedido, donde destacó, y le valió para firmar por la Roma (15 millones), sitio en el que dos temporadas firmó 34 goles y 24 asistencias, siendo totalmente decisivo. Ahora, fichado por nada menos que 42 millones por el Liverpool el pasado verano, es, por delante del propio Coutinho, dueño y señor de Anfield. Tanto es así que el egipcio es, por el momento, el máximo goleador de la Premier League, en la que ya ha anotado 12 goles en 15 partidos.

Pero Mou, en su día, prefirió poner por delante a Oscar, ahora jugando en el Shanghai SIPG de China, o a Willian, todavía en el Chelsea, pero sin ser titular indiscutible. Faltó visión y dar rienda suelta al talento. En Stamford Bridge se estiran de los pelos

De Bruyne y Salah, dos de los mejores jugadores de la Premier