Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)
ONCE CONTRA ONCE
¿No quieren o no pueden?
El año futbolístico para el Athletic toca a su fin con lo que suceda hoy en el Benito Villamarín. Lo de los despachos va al margen. Pero cuidado que se aproxima el día 28. Todos inocentes hasta que se demuestre lo contrario. ¿Quién llevará el monigote pegado en la espalda? Porque alguien lo tiene. ¿Quién dará el primer paso y saldrá a explicar qué ha pasado? Lo cierto es que ya cansa bastante todo lo que rodea al futuro de Kepa. Firmo debajo de lo que dijo De Marcos: “Que sea lo que tenga que ser, pero que sea ya”.
A la pelotita, que es lo importante. Otra oportunidad para escapar de la nada, que de momento tira con fuerza de la pierna del Athletic para sumirle en un pozo de oscuridad balompédica. Son cinco jornadas sin perder, pero solo una victoria. Parece que en defensa se mejora, pero cuando el equipo se hace con la posesión parece que tiene que recorrer el campo de Oliver y Benji hasta meter gol. Más que atacar, monta expediciones.
Sigue habiendo más dudas que certezas. La media hora final contra la Real fue muy preocupante. Para no dar crédito. Acabar en San Mamés metidos atrás, ni siquiera una opción de colgar un balón y ante un equipo que no es precisamente la seguridad defensiva personificada. Entró Williams para reactivar la ofensiva como si Iñaki pudiera resolver él solo todos los males. Jugar para Williams no quiere decir pegarle un melonazo y que salga corriendo. Habrá que articular una estrategia conjunta.
La cuerda de la presión se agota pronto. ¿No pueden llevarla arriba porque el físico del equipo no lo permite o no quieren realizarla porque se mueven hacia otro tipo de fútbol? Me inclino a pensar que es lo primero, que el Athletic marcha justo de gasolina. Algo más estructural que puntual en todo caso. Incluso Ziganda lo ha dejado entrever en alguna ocasión. Es la única explicación que se me pasa por la cabeza para renunciar a un sello de identidad que es el que mejor le ha funcionado a los leones en la última década.
La consecuencia es que el Athletic juega con fuego. Repliega filas cerca del área y se somete. Las segundas acciones siempre son para el rival porque los rojiblancos están mal colocados o muy metidos atrás. Así es imposible avanzar. Si Aduriz y Raúl García están sobre el verde de nada sirve encerrarse. Su hábitat está cerca de la portería. Ellos necesitan otro fútbol, que les surtan de balones como se vio en los diez minutos del segundo tiempo en el derbi. El problema es que no tienen una edad como para recorrer kilómetros y kilómetros en la presión.
El regalo de Olentzero
El del Betis es un encuentro para presionar arriba. Si los de Quique Setién tocan y se sienten cómodos desde la posesión, agur. Entonces tocará perseguir sombras. Algo similar a lo que sucedió ante la Real Sociedad. A ver si a la segunda va la vencida para el Athletic y encuentra una fórmula. Deberá castigar los espacios que deje el cuadro verdiblanco. Aquí De Marcos puede desempeñar un papel clave si está bien rodeado. En el bloque está la clave.
Pase lo que pase en Sevilla, el Athletic ya tiene su regalo de Olentzero en casa con la vuelta de Yeray a los terrenos de juego. Era un torneo amistoso y compartió equipo con los canteranos, sí, pero estuvo los noventa minutos en el verde. Volvió a sentirse futbolista. Dentro de muy poco tiempo podrá lucir el 5 a la espalda por primera vez como león. De largo, la mejor noticia de la temporada