Todo a una carta

El problema de jugárselo todo a una carta es que o esa carta es un triunfo o acabas perdiendo hasta la camisa. Un problema que ahora mismo tiene el Real Madrid que se lo juega todo a la carta Bale. El galés tiene un gran pasado pero un presente más lleno de esperanzas que de realidades. Aunque suene a poco, eso le basta al Real Madrid que ha visto como el galés ha sido el mejor de los blancos en los minutos que ha jugado en Copa, Mundial de Clubs y hasta en el Clásico. Eso dice mucho de Bale y muy poco de sus compañeros, pero así está este Real Madrid. A unque el gran problema del equipo blanco no es depender de lo que haga Bale, si no que está demostrando que está instalado en la improvisación. Los fichajes en enero pasaron a depender del Clásico y Zidane, por ahora, los ha frenado salvo el de Kepa y porque no ha podido evitarlo. No acaba ahí la cosa en cuestión de planificación. El futuro de Bale depende de lo que haga de aquí hasta final de temporada. Vamos, que si lo hace bien se queda y si lo hace mal, se va. Suena a chirigota carnavalesca esos argumentos en un club como el Real Madrid que lo único que tiene claro ahora mismo es que fichará a un ‘galáctico’. M ientras tanto, los fichajes de verano no cuentan para Zidane que parece que también se ha olvidado de Marco Asensio y hasta de Isco. El entrenador, eso sí, confía ciegamente en un Benzema cuestionado por todo el madridismo. Él se lo está jugando todo a esa carta y si no la cambia, tiene toda la pinta que acabará perdiendo