Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)
Situación incómoda
Mucho me temo que si el ‘culebrón Kepa Arrizabalaga’ no tiene una rápida resolución va a originar cada vez más quebraderos de cabeza. Y creo que, en esta coyuntura, van a salir perjudicadas todas las partes. El Athletic, porque esta hasta ahora fallida renovación enrarece el ambiente en el entorno del equipo y desvía la atención sobre lo verdaderamente importante, la progresión deportiva del conjunto bilbaíno. Y el propio portero de Ondarroa, porque la presión sobre su figura va a intensificarse un día tras otro si no se pronuncia por fin y toma una decisión en uno u otro sentido.
Lo peor del caso es que ya empiezan a darse situaciones un tanto incómodas. El club rojiblanco, por boca de su presidente, ya ofreció su versión de cómo estaban las cosas en la negociación con el meta. Josu Urrutia dejó caer que desde Ibaigane habían hecho el máximo esfuerzo económico para convencer al futbolista, aunque esperaban desde hace un mes una respuesta en una u otra dirección. Por su parte, el arquero, a pesar de la frialdad -quizás demasiada- que ha demostrado durante los quince meses de negociación, también parece estar algo más nervioso en los últimos tiempos.
Puede que haya tenido algo que ver que se está recuperando al margen del grupo de su lesión en el pie derecho y que eso haya conllevado que tenga sus propios turnos de trabajo en el interior y exterior de las instalaciones, pero no deja de ser curioso ver cómo en las dos últimas sesiones preparatorias del 2017 y, ayer, en la primera de 2018, el meta ha saltado al césped siempre antes o después que sus compañeros, esto es, sin apenas presencia de aficionados y medios de comunicación. ¿Simple casualidad?