Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)
A propósito de Kepa
A la hora de escribir estas líneas desconozco si el culebrón Kepa Arrizabalaga ha llegado ya a su final. Todo apunta a que asistimos a los últimos coletazos del mismo, pero de momento los ‘guionistas’ siguen dando cuerda al asunto. En el Bernabéu, al parecer, esperaban ansiosos la entrega de los Reyes Magos.
En esta desesperante e irritante etapa previa se están diciendo y escribiendo muchas cosas que poco o nada tienen que ver con la realidad. Cosas que, por cierto, trascienden del propio portero vizcaíno. Asuntos, para ser más concretos, que pertenecen a tiempos pasados. En el entorno merengue, por ejemplo, se mantienen firmes en la idea de que el malestar en Bilbao por la posible marcha de Kepa obedece única y exclusivamente a que su destino es la casa blanca. Los más audaces defienden incluso que si se tratase del Barça, el PSG u otro equipo cualquiera; en el Botxo se viviría con absoluta normalidad la salida del ondarrutarra. ¡Qué equivocados están!
Llorente se acabó yendo a la Juve y la indignación en la hinchada del Athletic resultó mucho más evidente tanto en Lezama con en San Mamés. Las salidas de Javi Martínez y Ander Herrera también molestaron lo suyo y sus destinos fueron Münich y Manchester, respectivamente. Con los alemanes, por cierto, ya se había vivido una experiencia más significativa sí cabe, puesto que a Bixente Lizarazu le llegaron a arrojar hasta monedas poco después de su despedida oficial como león con destino al Bayern. Cuando Eskurza acabó recalando en el Barça también hubo sus más y sus menos. Cierto es, por otra parte, que el de Kepa no sería el primer caso en la historia del Athletic en el que algún león de los que el expresidente Macua definiría como “estratégico” acabase aterrizando bien en el Bernabéu bien en el Camp Nou. Alkorta y Karanka, por ejemplo, fueron traspasados al club blanco en su día. Zubizarreta, Alexanco e incluso el mítico Garay, por su parte, también tuvieron que hacer las maletas, pero con destino a la Ciudad Condal.
Necesidades de tesorería
Hablamos de casos, eso sí, en los que la venta de estos futbolistas obedecieron a necesidades de tesorería en las arcas de la entidad rojiblanca. A Lertxundi, por ejemplo, algunos aficionados le arrojaron tomates en La Catedral por haber procedido a traspasar a Alkorta al Madrid. Zubi, por su parte, cuenta en un libro autobiográfico como fue el entonces directivo Arrate quien le dejó claro en Zaragoza, tras haber dado calabazas previas al Barça, que tenía que salir del Athletic para firmar como azulgrana. Las salidas de estos conocidos exrojiblancos, en definitiva, estuvieron motivadas por problemas económicos del club bilbaíno. Nada que ver, por tanto, con las ‘fugas’ de los últimos tiempos.
Julen Guerrero, por cierto, le dio calabazas al Madrid a costa de un ‘imaginativo’ contrato de larga duración como león. Andrinua, hoy directivo de Urrutia, había hecho lo mismo años antes. Al de Romo, curiosamente, le acabó quitando el club el brazalete de capitán para cedérselo al portugalujo. Hay muchas historias en clave rojiblanca, con matices diferentes, a propósito de Kepa