Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)
Un paso adelante
Un Athletic fluido y mandón desarboló al Alavés en el primer partido de 2018 en San Mamés sumando tres puntos que permiten mirar hacia arriba
Qué mayores somos -utilizo el plural mayestático para no desanimarme, por eso del mal de muchos…-. Es lo que te viene a la cabeza con los cambios de año, cuando ya se acumulan innumerables en la memoria -y que queden, que diría el precavido-. Tras el partido ante el Alavés, me vino a la testa la idea de que el Athletic de Ziganda, por fin, había dado un paso adelante en la Liga. Y por intrincados mecanismos de la memoria me salió al paso aquel temazo de Madness, “One step beyond”, que tanto nos hizo sudar en los últimos veranos de los 70 levantando las piernas al ritmo ska, mientras hacíamos equilibrios con los kalimotxos.
Incluso, creo que ha sido un gran paso adelante si se compara con lo habido hasta la fecha. No sé si se debió al gol tempranero de Etxeita, a la caraja y blandura de los babazorros, a los buenos propósitos de Iturraspe para el nuevo año, o a la magnanimidad de los Reyes Magos; pero el Athletic fue otro, confirmando de golpe lo que venía apuntando en recientes jornadas. Fue una completa locura, si me permiten la exageración, como un recopilatorio de Madness (locura, en inglés).
Me gustó todo lo que vi en el campo vestido de rojiblanco, como si fueran cerdos, con perdón. Iturraspe aportó criterio; Williams, velocidad y desborde; Susaeta, dinamismo; Mikel Rico, trabajo y recuperación; hasta apareció el Laporte más imperial.
Por buscar un defecto, solo nos faltó pegada. Estuvimos centrados, muy juntos, con buen ritmo a ratos, y manteniendo una presión alta. Se combinó entre líneas y se buscaron espacios, intercalando, en su justa medida, algún balón en largo. El juego rojiblanco no fue fácil de prever y apenas se dejaron espacios.
Vale, el rival no era el Bayern; pero venía de tres serios partidos con Abelardo. Algo bueno apunta este Athletic de Ziganda cuando acumula siete encuentros consecutivos sin perder en Liga y solo ha encajado un tanto en los cinco últimos. No existen las casualidades. La tropa progresa, y ahora habrá más tiempo para preparar cada choque.
Optimizar las llegadas
Es evidente que el equipo tiene llegada, crea ocasiones y es vertical por banda, pero se desperdician cantidad de ataques sin disparar entre los tres palos. Mi sensación es que Aduriz y Raúl García, pese a sus cifras anotadoras, aún no combinan de manera fluida con el resto, quizá por errores en los últimos pases. Pero es evidente que el domingo muchos jugadores demostraron una confianza olvidada en el trato con el balón.
Williams se hartó de encarar a su par y desbordarle, pero estuvo negado a la hora de asistir, y suya fue la ocasión más clara ante Pacheco, cruzando en exceso la que pudo ser la guinda a su centenario liguero. Con un poco más de acierto a la hora de embocar –aúpa Rahmbo -la goleada sobre los babazorros hubiera sido mayúscula.
Ahora toca viajar a Cornellá para cerrar la primera vuelta, en caso de ganar, con unos números similares a los logrados con Valverde. Pero que nadie crea que será fácil. La visita al Espanyol es una de las más complicadas para el Athletic. No en vano llevamos 20 años sin ganar en Liga por esos pagos. Una pena la ya segura baja de De Marcos. Parece que está gafado esta temporada el correoso lateral de Laguardia.
Ziganda trasladó en rueda de prensa tras el derbi que cada día “hacemos más cosas”, “pasito a pasito”. Reconoció que se había visto “otra cosa” sobre el campo, “más fluidez y dominio”. Es el momento de dar el zarpazo y mirar arriba, de dar otro paso adelante