Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)
Una justa igualada
No pudo ayer el Athletic doblegar la racha de resultados que viene cosechando cada vez que juega de visitante en Cornellá-El Prat. Lo cierto es que los hombres de Kuko Ziganda mostraron un poco de todo aquello de lo que es capaz el equipo, tanto en el aspecto positivo como en el negativo. Por la parte más esperanzadora, el conjunto rojiblanco demostró con claridad encontrarse mucho más chisposo y dinámico que en el inicio de temporada, comenzando a ser cada vez más el equipo competitivo que todos desean ver.
Ofreciendo mayores posibilidades con balón, los bilbaínos consiguieron por momentos ser protagonistas con el esférico. Aunque es verdad que sin demasiada profundidad arriba. Quizás faltó alguna conexión más entre el centro del campo y los hombres de arriba mediante la cual conseguir tener más presencia continua sobre él área rival. Un aspecto en el que los futbolistas que mejor se mueven entre las líneas contrarias no lograron encontrar espacio libre para recibir balón.
Después de una presión tras perdida era Gerard Moreno, que aprovechó el error de Mikel Rico en la frontal del área, el encargado de poner por delante al Espanyol colocando a su equipo justo en el lugar donde mejor suele desenvolverse si es capaz de adelantarse en el marcador. Nada más lejos de la realidad sucedió cuando el Athletic, por medio de Saborit, conseguía ganar el exterior izquierdo del ataque para que Williams conectase un gran remate de cabeza para igualar un partido que se había puesto demasiado peligroso.
La segunda mitad volvió a tener diferentes registros de juego, todos ellos encaminados quizás más a desconectar mutuamente al oponente que a conseguir ser protagonista mediante la imposición de un estilo. Demasiado trabado, el juego poco fluido de ambos contendientes impedía continuamente el conseguir meter al rival en su propia área.
El Athletic lo buscaba a base de intentar robar el cuero arriba, aunque la mayoría de las veces las acciones acababan en falta. Quizás llegando algo tarde en distancias para robar, algo que impedía ofrecer pocas transiciones defensa-ataque a través de las cuales sorprender a los catalanes. Un par de acciones, una por cada bando, justo en los minutos finales del partido ponían el merecido empate final a un choque mucho más intenso que vistoso en lo anímico y mucho más trabado que continuo en lo táctico.
El resumen es que el Athletic lleva un buen número de partidos sin conocer la derrota en liga. Ocho. Ha sido capaz de comenzar a reconocerse como equipo competitivo justo en el final de la primera vuelta. Siendo ya algo más solvente con balón en el apartado ofensivo y sintiéndose protagonista para intentar robar y jugar en el campo contrario en cuanto a la táctica defensiva, el Athletic comienza a carburar poco a poco. Es un buen punto de partida a través del cual poder colocarse de la mitad de tabla hacia arriba. Sobre todo en un tramo de la temporada que invita al optimismo. Luego, cuando se reanude la Europa League con la eliminatoria frente al Spartak, el panorama se complicará