Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)
Un Athletic contrarrestado
El Athletic no pudo ayer superar al Eibar en un partido que contó con dos mitades bien diferenciadas, no tanto por la alternancia o por el dominador del juego en cada una de ellas, sino por la trascendencia de las acciones que sucedieron, especialmente en la segunda, cuando llegaron los dos goles del partido.
El primer acto estuvo caracterizado por la ausencia de un controlador claro de la situación, mientras el sector por el que menos circulaba el balón era nuevamente el de la medular del terreno de juego. L os armeros presentaron un 1-4-2-3-1 presionante en campo contrario y siempre con la intención de especular poco con el resultado desde el inicio hasta el final.
Algo similar propuso el Athletic, quizás con la misión de evitar pérdidas por dentro para jugarse el todo por el todo en el balón largo y posterior caída en tres cuartos de campo del rival. E l Athletic pretendía salvar la presión ordenada por Mendilibar a través de balones largos de Herrerín sobre Aduriz o Raúl García para, a partir de ahí, conseguir alguna segunda jugada mediante la que hacer daño en área contraria. Susaeta y Williams estuvieron activos en ataque, aunque su profundidad no pudo concretarse en nada positivo, mientras el Eibar pretendía mediante Orellana e Inui desestabilizar a una defensa rojiblanca que tampoco sufrió demasiados problemas para contener al ataque armero.
Todo se aceleró en cuanto ambos equipos saltaron al campo en la segunda mitad, siendo el Athletic el mejor de los protagonistas en ese primer cuarto de hora de la reanudación en el que los rojiblancos pudieron imponer más claramente su ritmo de juego.
El gol de Aduriz precipitaba los acontecimientos y provocaba un cambio de ritmo en todo lo que sucedería a partir de ahí en el duelo. M ucho más replegados en propia área después de adelantarse en el marcador, los de Ziganda cedían metros para intentar salir a la contra, pero Diop y Escalante se hicieron tanto con el control del juego ofensivo como con las acciones de segunda jugada. De esta manera, el Eibar pudo volver a atacar con demasiada continuidad como para no sacar algo en claro, lo que al final consiguió al aprovechar Kike García un balón en el área para igualar la contienda. F ue sobre todo a partir del gol del empate eibartarra cuando se acrecentó la sensación de superioridad visitante con la que acabó un partido en el que el Eibar quitó el balón al Athletic a través de una posesión cercana al sesenta por cien. S ea como fuere, los de San Mamés siguen sin perder, aunque les está costando bastante sumar de tres en tres para conseguir dar ese pequeño salto que les acerque al grupo de equipos de arriba