Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)
Carroñeros del deporte
Antena3 no tiene reparos en usar la desgracia ajena incluso con la muerte de un niño
El lunes, siguiendo su vocación sensacionalista, Manu Sánchez y Rocío Martínez, abrían el informativo de Antena3 Deportes con la muerte súbita de un niño de catorce años mientras jugaba al fútbol con el equipo cadete de la UD Alzira. Sin duda se trata de una desgracia terrible. Pero recrearse en los detalles de las circunstancias, el dolor de su entorno y los intríngulis médicos es de carroñeros. ¿Qué aporta a la audiencia? Absolutamente nada. El montaje de la noticia se acompañaba primero de un réquiem trágico y luego de música clásica muy triste mientras se relataba la biografía y la personalidad del niño. Y venga a regodearse en una necrológica televisiva morbosa y lacrimógena con fotos del chaval. Incluso se entrevistaba al jefe de guardia del hospital para que aportara detalles médicos. Luego pasaban a interesarse por las pruebas médicas que habían hecho al niño y explicaban que con más pruebas estas situaciones se pueden evitar y que no cuestan más de veinte euros. Después del morbo, la finalidad era otra: infundir miedo a la audiencia. Generaban la sensación de “eso puede pasar a cualquiera” (frase que se recogía al inicio de la noticia). Llevaron a cabo dos estrategias. La primera, hacer una entrevista de calle a padres y madres con hijos que practican deporte. No especificaban la pregunta que les habían hecho, pero todos admitían estar preocupados. Hasta un padre, seguramente inducido por el contexto de la pregunta, llegaba a decir que “yo ya le digo que no juegue, pero…” y se encogía de hombros. ¿¡Pero cómo no van a jugar los niños a fútbol!? Decía Rocío Martínez: “La preocupación entre padres y madres es grande, es verdad”. La segunda estrategia consistía en un truculento montaje de jugadores muriendo sobre el césped, donde no faltaba, por supuesto, Foé con los ojos en blanco. La gratuidad con la que faltan al respeto a esos futbolistas fallecidos, convirtiéndolos en vídeo de relleno cada vez que muere otro en un campo es alarmante. Pretenden ir de sensibles y lo que demuestran es un criterio profesional muy vulgar, carroñero y ávidos de las desgracias ajenas para atrapar a la audiencia