Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)
Manu y el club están lejos del acuerdo
El Alavés ofrece dos años con opción a un tercero y ambas partes desean cerrar el pacto antes del fin de curso, pero hay distancia en lo económico
El Alavés y Manu García son dos partes obligadas a entenderse. Eso parecía al menos hace un mes aunque, tras los últimos movimientos del club, las posturas en lo económico están distantes. Ambas partes desean sellar el pacto antes del final de este curso deportivo pero, vista la importante diferencia que ahora mismo les separa, no va a resultar nada sencillo.
En diciembre, la entidad albiazul y el futbolista decidieron posponer la negociación al cierre del mercado invernal, donde el Alavés tenía mucho trabajo por realizar. Sin embargo, la vuelta a la negociación no ha resultado hasta la fecha fructífera. En las últimas fechas, el Alavés le ha ofrecido al jugador ampliar su vínculo, que acaba el próximo 30 de junio, por dos campañas más con opción a una tercera en función de una cantidad de partidos disputados. El problema es que las condiciones económicas no gustan, ni mucho menos, al centrocampista.
Desde el pasado 1 de enero, Manu ya tiene libertad absoluta para negociar con otros clubes sobre su futuro. Sin embargo, al menos de momento, quiere dar prioridad al Alavés, porque su deseo es quedarse en Vitoria-Gasteiz, su ciudad natal. El problema ahora es que, enfilado ya el último tramo de competición, el paso del tiempo podría dificultar el pacto definitivo.
Sueldo bajo
A pesar de las seis temporadas en el club y de que es un hombre de la casa, o precisamente por eso, Manu García se encuentra ahora mismo en la escala baja de los sueldos de la plantilla. En su día, cuando el equipo subió a Primera, el vitoriano prefirió ceder en el apartado económico con tal de continuar en el Alavés y jugar en la máxima categoría con el equipo de su vida.
En este momento, después de consolidarse como titular indiscutible en las dos temporadas en La Liga Santander y jugar con todos los entrenadores, Manu desea que se le reconozca su estatus y, cuando menos, mejorar en el escalafón de salarios del equipo. Ahora mismo, el sueldo medio de un jugador alavesista rondaría los 650.000 euros, muy por encima de lo que actualmente percibe el futbolista.
Aunque las negociaciones no se dan por cerradas, ambas partes tampoco han fijado una fecha concreta para retomar los contactos. Por parte del futbolista, la postura es clara: o el Alavés mejora de manera muy importante su oferta o, ahora mismo, su futuro, muy a su pesar, estaría lejos de Vitoria.
Emblema
Manu García es un futbolista muy especial. En las seis campañas que ha vestido la elástica del Alavés se ha ganado a pulso el brazalete de capitán. Líder en el vestuario, se ha convertido en un segundo entrenador sobre el césped y, cuando ha sido necesario, ha salido a la palestra para dar la cara en los momentos complicados de la entidad.
Su profesionalidad y calidad humana le han hecho ganarse el corazón de la afición. Ahora mismo, representa los valores de un club como el vitoriano, es un ejemplo de que, con calidad, constancia y trabajo,
se puede cumplir el sueño de muchos niños alaveses: vestir un día la camiseta del club babazorro.
Actualmente es el único superviviente del equipo que ascendió a Segunda A en la temporada 12-13 y ha vivido todos los éxitos recientes. Además de subir a la División de Plata, fue un elemento destacado en el salto a Primera División, logrado en el curso 15-16 tras proclamarse campeón de Segunda A. En la pasada campaña, formó con Marcos Llorente un compensado dúo en el centro del campo y fue uno de los pilares del Alavés que se proclamó subcampeón de Copa.
En la actual campaña, ha hecho lo propio con Tomás Pina, se encuentra entre los más utilizados y es uno de los pocos, por no decir el único, que ha mantenido un notable rendimiento desde el inicio