Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)
HISTÓRICO
Bronce de Regino Hernández en el cross del snowboard para romper con 26 años sin medallas
Regino Hernández
Es algo con lo que he soñado toda mi vida; ganar esta medalla haciendo historia es algo increíble”
El deporte español rompió el gafe veintiséis años después. Regino Hernández Martín hizo historia en los Juegos Olímpicos de PyeongChang con una medalla de bronce en el cross del snowboard que puso fin a la larga sequía española en los Juegos. En una competición a la que llegaba como tapado por detrás del líder español Lucas Eguibar, el ceutí se destapó a lo grande con un concurso inmaculada desde la calificación hasta la final.
Regino, que había destacado ya en la calificación, fue superando con gran autoridad las tres rondas previas a la final, en la que se metió con comodidad en la pelea por las medallas. Esta cayó del lado del francés Pierre Vaultier, el gran favorito y oro por delante del australiano Jarryd Hughes.
El ceutí se metía en la final olímpica para convertirse en el segundo español de siempre en disputar una carrera por las medallas en el cross del snowboard. Con el deseo de mejorar la cuarta plaza de Jordi Font en 2006, Regino arrancaba a rueda de Vaultier y de Hughes.
Sus opciones se abrían de par en par cuando una caída en la parte trasera del grupo afectaba a los tres rivales restantes en la pelea por las medallas. Estas parecían reservadas para los tres hombres de cabeza. Sin arriesgar más de la cuenta, Regino peleaba por la segunda plaza con Hughes mientras Vaultier iba abriendo brecha por delante.
No daba opciones el francés, que se hacía con el título olímpico para hacer valer su favoritismo. Por su parte, Regino peleaba hasta el final con un Hughes que acababa colgándose la plata con apenas un suspiro de ventaja. Regino, eso sí, se colgaba un bronce para la historia.
La victoria de Vaultier le suponía revalidar la medalla de oro que ya conquistó en Sochi 2014. El galo, tras levantarse de una caída en las semifinales que le dejaba contra las cuerdas, tenía recompensa a lo grande.
Competición inmaculada
Mientras, el bronce de Regino Hernández ponía el broche a una competición inmaculada por su parte. El ceutí arrancaba con una tercera manga la ronda clasificatoria por detrás de dos de los grandes favoritos como Vaultier y Omar Visintin. Sufrían más Lucas Eguibar, que tras salvar una caída era 26º, y Laro Herrero, que acababa 37º. Eso sí, los tres españoles estaban en octavos. En ellos, Regino tomaba las posiciones delanteras de su serie desde el inicio, aunque la salida de un peralte le hacía perder posiciones. Sin embargo, un interior a Cheever en la lucha por la tercera plaza le hacía avanzar en esa misma posición a los cuartos de final. No podía acompañarle Laro Herrero, que se quedaba muy retrasado en la salida de su serie, y sufría un duro revés Lucas Eguibar, por culpa de una caída que le dejaba fuera de carrera.
Regino tampoco fallaría en los cuartos y las semifinales, antes de rematar el trabajo en la final. Después, ya con la medlla en el cuello, admitía que “lo importante era la medalla, me daba igual el color. Es una satisfacción increible”. Reconoció que sufrió: “En octavos de final casi me quedo fuera, y después pasé a cuartos de final por cuatro dedos. A partir de ahí ya fui mejor, y en la final lo único que sabía era que, quedase como quedase, no quería que dentro de mi cuerpo quedase una sola gota de energía. Si hubiera quedado quinto me hubiera ido contento también si lo hubiese dado todo. Pero salí muy bien y me puse detrás de Vaultier, porque todos sabíamos que está intratable este año”.
Regino se añade al club selecto de medallistas españoles en Juegos de Invierno, hasta ayer reservado al apellido Fernández Ochoa. “Claro que sé quiénes son”, respondía ayer. Este año me dieron precisamente el premio ‘Francisco Fernández Ochoa’. Y me lo entregó Blanca, además”. Bienvenido al club