Falta mayor contundencia

Una multa económica más o menos gravosa y la prohibición de la venta de entradas a sus aficionados para los dos próximos partidos que juegue como visitante, el segundo de ellos condicionado, constituyen la sanción de la UEFA al Olympique de Marsella por los incidentes registrados en su visita a San Mamés. 30.000 euros del ala, imposibilidad teórica de acudir a Leipzig y quizás otra excursión menos. La tibieza, al poder.

El fallo en torno a lo acontecido con motivo del anterior enfrentamiento de la Europa League del equipo bilbaíno frente al Spartak de Moscú deberá esperar hasta mayo. La Comisión de Control, Ética y Disciplina de la UEFA explicó ayer que el informe solicitado a la Ertzaintza por los distintos incidentes vividos en los aledaños de San Mamés había llegado fuera de plazo. La nota facilitada por el departamento de prensa de dicho comité, de hecho, especificaba tres fechas concretas en las que se realizó el correspondiente requerimiento para recibir dicho informe sin resultado alguno. Curioso.

Falta voluntad y decisión, visto lo visto, para erradicar de manera definitiva la lacra de la violencia en el fútbol. Jugar una competición continental se ha convertido en una especie de aventura de alto riesgo que trasciende de los límites propio campo. Más que el rival de turno, a la hora del sorteo preocupa la condición de su hinchada ya sea ultra, radical, neonazi... Lamentable.

Aeste paso y con estas medidas, todo va a seguir más o menos igual. Hace falta más mano dura para acabar con esta lacra. De nada vale pedir respeto a través de la megafonía de los estadios para luego taparse los ojos y los oídos mientras los violentos se salen con la suya