Sonrisas en Lezama

Preparado, listo... Muniain tiene desde ayer el alta médica. Seis meses después de su lesión en San Mamés frente al Zorya, el navarro está de vuelta. El ‘ya’ para su regreso a los terrenos de juego queda a expensas de la decisión de Kuko Ziganda y de las sensaciones del propio futbolista. Los galenos, fisios, rehabilitadores y demás profesionales del servicio médico del club rojiblanco ya han concluido su trabajo. La rodilla derecha del león en cuestión está apta para competir. Resulta ilusionante esta noticia en medio de una temporada un tanto descorazonadora en clave Athletic. Un revulsivo anímico, sin duda, para que los leones afronten este sprint final de Liga con renovado brío. Todos ellos son conscientes de lo que supone la presencia de Muni para el equipo. El navarro recibe el alta médica apenas dos días después de que Iker Undabarrena, capitán del Bilbao Athletic, volviese a tener minutos de competición con el filial y de que Gorka Pérez, el central también del equipo entrenado por Gaizka Garitano, ocupara plaza en el banquillo. Estos tres jóvenes futbolistas han sabido sobreponerse al costoso y doloroso proceso de recuperación de una grave lesión de rodilla. Seguín, el prometedor interior zurdo del equipo de Segunda B del club bilbaíno, ha tenido menos suerte a este respecto que sus otros tres compañeros. El eibartarra ha tenido que volver a pasar por el quirófano a causa de unas molestias que le impedían entrenar con normalidad. Más tarde o más temprano estará, seguro, dando guerra de nuevo. Todos los futbolistas que han sufrido graves lesiones, de rodilla u otro tipo, saben lo mal que se pasa. Hay motivos, por tanto, para sonreír en Lezama. Muniain tiene el preparado, listo y solo le falta el ya