Un final anodino

E l partido Getafe-Betis de hoy marcará la distancia que separa al Athletic de la séptima plaza liguera, ocupada ahora por el Girona, el verdadero equipo revelación de la temporada. En este momento, los rojiblancos están situados a ocho puntos de esta posición, pero si los verdiblancos ganan en el Coliseum superarán a los de Pablo Machín en la clasificación y el hueco se iría hasta los diez puntos a falta de 24 para que finalice la competición liguera. S e trata sin duda de una distancia considerable, casi insalvable a estas alturas del torneo de la regularidad, cuando solo faltan ocho partidos para terminar, aunque las matemáticas todavía dejan una pequeña puerta entreabierta. D espués del mazazo que supuso el empate del Celta en el tiempo de prolongación, Kuko Ziganda afirmó que mientras haya opciones “hay que pelearlas”. Está en su obligación, pero a nadie se le escapa que las posibilidades son mínimas. Ya lo hubieran sido incluso si la victoria se hubiera quedado el sábado en Bilbao y después del empate mucho más. Para qué engañarnos. N os vamos a ver en la tesitura de vivir un fin de campaña sin objetivos, casi anodino, en el que desgraciadamente se hablará mucho más del futuro de Ziganda y su posible sustituto y de la fechas de las próximas elecciones a la presidencia del club que de lo meramente futbolístico. A demás de la decepción que supone un final de estas características después de marcarse el objetivo de lograr una plaza europea a principio de curso, viviremos encuentros descafeinados que en otra situación tendrían mucha emoción, como la visita al Bernabéu o los derbis contra Alavés y Real Sociedad