Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)
Ni chispa ni riesgo
LAS SEMIFINALES DE LA CHAMPIONS
ya tienen a dos equipos sorpresa clasificados: Roma y Liverpool. Los dos conjuntos más físicos de la eliminatoria se colaron para seguir en una Copa de Europa que espera al Madrid y al Bayern para completar un cuadro de músculo. Tanto Valverde como
Guardiola han arrasado con sus equipos en la Liga, pero no han podido llegar a semis de Champions cuando delante se ha impuesto la intensidad y el físico a la posesión y al toque. La agresividad de la Roma estuvo al límite, con unos jugadores con un nivel físico altísimo y una motivación e intensidad extraterrestre. El Barça no fue a por el partido. Salió a defender, sin querer ganar. Quiso no perder la eliminatoria cuando debía ir a llevarse el encuentro. Solo se vio al Barça en los últimos minutos.
VALVERDE VOLVIÓ A APOSTAR
por un 4-4-2, con Sergi Roberto de cuarto centrocampista. El mensaje fue claro, pero no nuevo. Así le había ido bien al Barça. Pero para estar en semis es necesario chispa y capacidad de riesgo. Eso es lo que ha definido también al Barça de los últimos años. Los jugadores y el técnico despertaron demasiado tarde. El primer chut entre los tres palos se produjo en el minuto 73. Así no se puede ganar una Champions. Ni evidentemente estar en semifinales. Valverde sufrió con otro sistema el mismo mal que el Barça de Luis
Enrique. No fue posible el milagro de Kaiserslautern ni de Stamford Bridge que acabaron dando Copas de Europa.
¿POR QUÉ FALTÓ CHISPA?
En Champions pesa demasiado el aspecto psicológico a estos jugadores. Decían que era un “bombón” la Roma y con 4-1 todo el mundo estaba en semis. No ha existido un sistema efectivo de rotaciones y si la temporada pasada se confió en la vuelta, en esta se pensó que Roma sería un trámite porque sería imposible que le metieran tres y no marcar. Y sucedió. Y fuera. Y qué palo. Y qué pena. No se ha aprendido. Eso es lo grave