Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)
El Joventut cae en Madrid dando una imagen digna
Derrota clara ante el Real de los verdinegros, que compitieron en varias fases
Si el objetivo ambicioso del Divina Joventut en Madrid era competir, los verdinegros no lo lograron. Si la meta era salir indemne de un partido tan desigual, los de Carles Duran pueden considerarse satisfechos.
La Penya acabó claudicando por 17 puntos (87-70) ante un Real Madrid muy superior pero mostró buena actitud y unas sensaciones que, por momentos, hacen pensar que cuenta con recursos y actitud para lograr la permanencia. Eso es importante para no sufrir consecuencias morales de esta derrota, con vistas al choque del domingo ante el Bilbao en casa, el que realmente es importante en la lucha por la permanencia.
Jaycee Carroll mantuvo su inspiración para liderar la ofensiva del Real Madrid con 16 puntos en un choque con anotación equilibrada en los suyos. Richard (13) y López-Arostegui (12) fueron los máximos realizadores del Joventut haciendo frente a un rival con más recursos, físico y profundidad que, sin realizar un partido magnífico, se bastó para dominar.
En el haber del Joventut está la recuperación anímica de algunos jugadores (Gielo, Conger o Birgander) y una mejora en diversas facetas del juego.
La buena actividad defensiva de la Penya le permitió mantener cierta igualdad en el primer cuarto e incluso remontar las primeras diferencias locales con un parcial de 0-8 que le dio la delantera (2628). Tras un tiempo de Laso el Madrid reaccionó devolviendo otro 8-0 con el que puso la directa. La Penya dejó de jugar en equipo y perdió movimiento de jugadores
sin balón, resintiéndose también su defensa para que el rival abriera brechas (46-32).
En el tercer cuarto pasó algo parecido aunque las diferencias ya no fueron esperanzadoras para los badaloneses (70-51). A pesar de ver el partido roto, los de Duran no bajaron los brazos y batallaron en el último período para reducir a 12, obligando a Laso a parar el choque antes de que Carroll y Yusta sentenciaran con sus canastas