Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)
Isco, líder en su casa
El malagueño cuajó un gran partido frente a su ex-equipo
Se presentaba el partido para el Real Madrid como un mero trámite liguero. El único aliciente en juego para los blancos era conseguir los tres puntos con los que adelantar al Valencia y así ocupar una testimonial tercera plaza. Sin embargo, la visita a Málaga no era un partido más para Isco y así lo demostró el de Arroyo de la Miel sobre el césped de La Rosaleda. Desde que De Burgos Bengoetxea decretó el comienzo del partido al ‘22’ se le pudo ver muy activo y queriendo siempre participar en la construcción del juego de su equipo. Pases, recortes, amagos... Tras disputar los 90 minutos frente a la Juventus, a Isco no parecía faltarle la gasolina y comenzaba a manifestar sobre el verde su candidatura a mejor jugador del partido. Prueba de ello fue la insistencia que demostró sobre su capitán Sergio Ramos para que éste le dejara lanzar una falta peligrosa al borde del área. El ‘4’ comprendió la tesitura del momento y dejó que Isco demostrara por qué hizo las maletas en busca de nuevos objetivos años atrás. Colocó el balón con mimo y cuando tuvo el permiso del colegiado conectó un derechazo que besó las redes de la portería blanquiazul.De esta manera, emuló el gol que ya le hizo a Buffon con la camiseta de España en el partido clasificatorio para el Mundial del mes de noviembre. Calcado. Inmediatamente después de que el balón
La visita a Málaga no era una más para Isco y así lo demostró sobre el césped.
entrara en la portería, Isco juntó las palmas de sus manos para pedir perdón a su antigua afición. La tesitura del equipo andaluz no era fácil y tuvo que ser el hijo pródigo quien agravara la situación. Tras el tanto se pudo escuchar co- mo parte del estadio ovacionaba el bonito gesto formando una comu- nión entre aficionados y jugador.
Sin embargo, lejos de confor- marse, Isco siguió demostrando que tiene una magia diferente al resto. Manejaba a un equipo al que con su pegada le bastó para no pa- sar apuros. Más pases, más recor- tes y más amagos de un jugador que se sentía cómodo con su rol de líder. Cumplida ya la hora de parti- do, los blancos se inventaron una buena jugada colectiva que terminó en el segundo gol . Isco, dando a entender que no quería volver a castigar a los suyos, le puso el tanto en bandeja a Casemiro que no fa- lló. El ‘22’ lanzó una sonrisa de complicidad a sus compañeros sa- bedor de que estaba siendo el me- jor del partido en una noche espe- cial para él.
Con el trabajo más que hecho, Zidane decidió regalarle una ova- ción de su estadio en el cambio que realizó por Mayoral dejando una de las imágenes del partido. La Ro- saleda en pie para despedir a un ju- gador que un día vistió con éxito su camiseta. Tras abandonar el cam- po, el partido fue a menos dejando claro que, en su vuelta a la ciudad, Isco fue el líder en su casa
Zidane decidió regalarle una ovación de su estadio en el cambio por Mayoral