Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)
Rahm, un triunfo emotivo y especial
En su primera participación en el centenario Open de España, el vasco logra delante de casi 20.000 personas su quinta victoria profesional
“Este torneo lo ha ganado gente que forma parte de la historia del golf español y me encantaría añadir mi nombre. Yo he venido aquí a jugar bien, no de vacaciones y este torneo me lo tomo muy en serio, por eso he venido. He sido campeón de España desde cadete a absoluto por lo que me encantaría cerrar el círculo con el Open profesional de mi país. Es un orgullo estar aquí”. Palabra el miércoles previo al inicio del Open de Jon Rahm, campeón ayer a sus 23 años del Open de España en el Centro Nacional de Madrid, con 67 golpes en la última jornada, para 268 en total, 20 bajo par.
“Es difícil describir este momento, un orgullo, ganar este torneo como profesional es increíble, estoy encantado. No ha sido fácil, el ambiente, tanta gente deseando que ganara, es complicado a veces gestionar las emociones, pero he jugado lo mejor que he podido”, afirmó Rahm a pie del green del hoyo 18 antes de recibir el trofeo de manos del Ministro de Educación, Cultura y Deporte, Íñigo Méndez de Vigo. El ministro aprovechó para hacerle entrega también de la Medalla de Plata de la Real Orden del Mérito Deportivo, concedida en su día.
Rahm, en su primera participación en el Open, dejó sin sueño al también español Nacho Elvira, quien enterró sus ilusiones con un doble bogey (bola al agua) en el hoyo 17, par 3. Al final terminó con 71 y 271 (-17), tercero, un golpe por detrás del irlandés Paul Dunne (71 para 270). Todo ello delante de casi 20.000 personas que se acercaron ayer hasta el Centro Nacional. En toda la semana ha habido una afluencia de más de 47.000 personas, récord absoluto del torneo.
Desde el primer hoyo se vio que el de Barrika salía a competir con sed de victoria. Birdies en el 1 y 2, situándose ya colíder con Dunne, quien de nuevo falló saliendo líder tras una tercera ronda. En el hoyo 5 Jon, sin hacer birdie, se colocó líder en solitario con 17 bajo par, posición que fue aguantando a pesar de sumar el único bogey del día en el hoyo 9, par 3. Pero en el siguiente, par 5, anotó un gran birdie embocando un chip desde la hierba alta. A partir de este instante dominó la tabla, no a placer, pero sí con control de la situación. Elvira le empató en la cabeza a falta de cuatro hoyos gracias a dos birdies consecutivos (hoyos 13 y 14), y lo que es el golf, en el 17, mal golpe de Jon que no acabó con la bola en el agua, y mal golpe de Elvira, que sí lo hizo en el lago. Jon salvó el ‘3’ y Nacho salió de ese hoyo con un doloroso doble bogey-5.
Rahm, cuarto mejor golfista del mundo en la actualidad, perseguía ese codiciado deseo de triunfar en su país como profesional tras haberlo hecho en categoría cadete (2009), sub-18 (2010 y 2012), junior (2010 y 2012) y absoluto (2014 y 2015). Y cumplió con creces. Era el gran favorito. Dijo que venía a ganar y lo hizo. Bravo. Es su quinta victoria como profesional, tercera en Europa tras Irlanda y el Mundial de Dubai, ambas en 2017, y dos en EE.UU.: Farmers de San Diego (2017) y Career Builder Challenge (2018).
El objetivo de Jon era coronarse sexto campeón español de un torneo centenario, uno de los fundadores además del Tour Europeo, desde que se creó como tal en 1972, algo que solo consiguieron desde la entrada del Open en el Circuito Europeo de la PGA Antonio Garrido (1972), Severiano Ballesteros (1981, 1985 y 1995), Sergio García (2002), Álvaro Quirós (2010) y Miguel Ángel Jiménez (2014).
46 años después del triunfo de Antonio Garrido en Pals (Girona), Rahm cumplió uno de sus sueños: ver su nombre grabado en la peana de la copa, en la que también figuras otros ilustres del golf mundial como Peter Thomson, ganador de cinco British Open, Arnold Palmer, Bernhard Langer y Nick Faldo. Jon se emocionó. “Si pudiese añadir mi nombre más de una vez sería muy bonito”, reconoció. Inconformista y ambicioso donde los haya
Jon Rahm
El guión perfecto, tener la oportunidad de ganar el Open de España, y al final ganarlo. Es difícil explicar lo que siento en este momento”
Ha sido complicado porque mi familia estaba aquí y porque todas las personas que seguían mi partido querían que yo ganase, con las emociones arriba y abajo, pero ha sido muy bonito”
Que casi 50.000 personas vengan es un orgullo para todos. Esta semana va a ayudar mucho al golf español”