Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)
Kepa está donde siempre ha tenido que estar
El público del Bernabéu ya conoce de primera mano cómo se las gasta el portero que pretendió en invierno
La presencia de Kepa en el Bernabéu constituía uno de los grandes atractivos a priori de este nuevo clásico de la Liga. El portero del Athletic, pretendido durante el mercado de invierno por el Madrid, visitaba el estadio blanco tras decidir ampliar su contrato como león y aumentar su cláusula de rescisión a 80 millones de euros. El ondarrutarra pisó el césped en torno a las 20.05 horas junto a Lekue y Williams y mantuvo una charla a pie de campo con Imanol Etxeberria, el ahora entrenador de los guardametas del primer equipo.
La salida a calentar de Kepa fue
El ondarrutarra fue recibido con ligeros pitos, pero acabó entre elogios
correspondida con unos ligeros silbidos. Luis Llopis, uno de sus grandes valedores durante la apuesta fallida del Madrid, no se cruzó con el ondarrutarra dentro del terreno juego durante esta fase de preparación. Al sonar el nombre del meta del Athletic por los altavoces del campo, más de lo mismo: ligeros silbidos. Raúl García y Aduriz, en cambio, se llevaron muchos más pitos del respetable.
Aquellos tímidos silbidos iniciales acabaron transformándose con el discurrir de los minutos en gestos y sonidos de admiración del Bernabéu hacia Kepa. El portero del Athletic, sobrio y eficaz en todo momento, evitó lo inevitable hasta en más de tres ocasiones a lo largo de la noche. Paradas y despe-
jes que complicaron la noche a los merengues. ¡Lástima para el Athletic que Cristiano llegó a tiempo a su cita con el gol!
A las decimotercera, un punto
Los antecedentes en el Bernabéú eran poco esperanzadores para el Athletic. Doce temporadas sin ganar en el coliseo merengue. Desde aquel ya lejano 0-2 de la campaña 2004-05; los bilbaínos acumulaban tres derrotas por 5-1, dos por 3-1 y 2-1 y una por 5-0, 4-1, 4-2, 3-0 y 3-2. Un total de 39 goles en contra y 12 a favor. Un panorama descorazonador en clave rojiblanca.
El equipo de Ziganda, que mantiene intacto su orgullo pese a que las cosas no le han salido como se esperaba a lo largo de esta campaña, mantuvo en vilo a la nerviosa afición merengue hasta prácticamente el final del encuentro. Los leones, a modo y manera de hace unos días en Villarreal, demostraron a propios y extraños que dispone de materia prima suficiente como para moverse en unas posiciones más avanzadas de la tabla. San Mamés, quién lo iba a decir, constituye el gran problema de este Athletic. Un Athletic que juega fuera mejor que en casa