¿A setas o a Rolex?

Dos vascos están en el bosque buscando setas. Uno de ellos encuentra un reloj Rolex y, todo alborotado, va a decírselo a su compañero. Este, impasible, le contesta: ”Pero Patxi, ¿estamos a setas o a Rolex?”.

Interesa destacar que la explicación a este viejo chiste la he recogido textualmente de un foro linguístico de carácter internacional. A la típica chanza se le suma además una explicación que hace aún más cómica la situación (“Para él tenían más valor las setas”) e incluso la conclusión final (“Esta expresión se utiliza para decirle a alguien que no se distraiga de lo que está haciendo, que es lo que importa”).

Gustó el Athletic del pasado miércoles en el Bernabéu. Disgustó el del sábado anterior frente al Deportivo en San Mamés. Dos caras totalmente distintas de una misma moneda. Algo difícil de concebir y explicar, pero que no solo le sucede al equipo bilbaíno. Las victorias (algunos empates también) suelen tener muchos padres. Las derrotas, en cambio...

No acabo de entender esta doble faceta del equipo de Ziganda. Tampoco las reacciones del entorno en función del espectáculo de turno. El Athletic es un club singular por definición y como tal tendrían que ser sus respuestas internas y externas, sobre todo cuando vienen mal dadas.

Ojalá todo se redujese a criticar y despotricar cuando los resultados no acompañan y a halagar y presumir cuando la bolita entra, entra y no para de entrar. La cosa, guste o no, resulta mucha más compleja de lo que parece. Solo hace falta ver qué es lo que sucede por otros clubes y otros entornos para comprender que los problemas del fútbol son universales. ¿En qué quedamos aquí? ¿A setas o a Rolex?