Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)
“YO NO VARÍO MI ESTILO MIENTRAS FUNCIONE”
Kerman Lejarraga Aspirante al Campeonato de Europa del peso wélter
A mí me da igual lo que me diga el entrenador de mi rival. Él no me va a pegar, va a ser Skeete”
Skeete tiene estatura y sobre todo, muy buen movimiento. Hemos hecho mucho físico para ir cerrándole”
¿Hasta donde quiero llegar en el boxeo? Hasta tener una vida tranquila y solucionada económicamente”
Kerman Lejarraga afronta la recta final de cara al Campeonato de Europa del peso wélter, del que no duda en decir que es el combate más importante de su carrera. Hasta el momento, al menos. El sábado se enfrentará en el Bilbao Arena al campeón británico, Bradley Skeete. El ‘Revólver’ de Morga atiende a MD justo antes de iniciar una de sus sesiones preparatorias. Delante de la grabadora, lanza sus respuestas igual que sus puños sobre el ring: con rapidez y contundencia.
Los boxeadores suelen decir que llegan a cada combate en su mejor momento. En su caso, ¿es así realmente?
Algo hay que decir, pero creo que sí. En el entrenamiento, todo ha estado enfocado para llegar en el mejor momento.
El percance del párpado, que obligó a retrasar algo más de un mes el combate, ¿es agua pasada?
Ya está curado. Me han hecho un buen arreglo.
Cuando ocurrió, ¿cómo reaccionó? Me pegó un bajón de la leche... Veía que se nos iba el Campeonato. Pero el equipo me dijo que no pasaba nada, que la pelea seguía en pie. Confíe en ellos y aquí estamos.
¿Cree que esta demora en la fecha del combate le ha venido bien?
Sí. En esta vida todo pasa por algo y creo que vino muy bien para estudiar al rival y preparar mejor la pelea.
Sí, porque un poco antes había habido cambio de rival...
Cada dos por tres hubo un cambio de rival. Con este retraso, he podido centrarme más en la pelea.
En el aspecto mental, ¿ese percance ha dejado secuelas?
No, a mí mentalmente eso no me deja secuelas.
Se lo pregunto, más que nada, por las declaraciones realizadas por el entrenador de Skeete, Alan Smith. “Veo la mano derecha de Bradley abriendo a Lejarraga como una sandía”, dijo.
A mí me da igual lo que me diga el entrenador. Él no me va a pegar, va a ser Skeete.
En cambio, Skeete se ha mostrado en general más respetuoso.
Sí, cuando estuve con él en febrero en la primera presentación del combate me pareció muy caballeroso, que es como hay que ser. Hay que ser deportista.
Si hubiera podido elegir, ¿se habría quedado como rival con El Mousaoui, inicialmente designado como coaspirante al título? No. Yo siempre voy a quedarme con el que mi equipo me ponga como rival. Skeete es diez centímetros más alto que usted. ¿Supone eso para usted un handicap importante?
No. Cada boxeador tiene su cualidad. Él tiene su estatura, aunque una vez que tú te abres en el ring, él se abre mucho de piernas y baja. Los ‘sparrings’ con los que hemos trabajado son todos más altos que él, para que se me haga más complicado a la hora de entrenar. Pero, sobre todo, él tiene muy buen movimiento. Eso es lo que hemos trabajado. Mucho físico para ir cerrándole.
¿Esa diferencia de estatura habrá que compensarla con más arrojo por su parte, buscando más el cuerpo a cuerpo?
Hemos trabajado cosas técnicas, pero mi boxeo va a seguir siendo el mismo.
Es usted fiel a sí mismo... No, yo no varío. Hasta que deje de funcionar. El día que no funcione, cambiaré algo.
Usted suele decir que le da lo mismo boxear donde sea y contra quien sea. ¿Siente más presión esta vez por lo que hay en juego?
No, presión no tengo ninguna. Al final esto es mi trabajo, es lo que da de comer a mi familia. Sé que el día que pierda, que puede ser el 28 u otro día, voy a tener al lado la misma gente de siempre, voy a tener la misma vida de siempre y es lo que me importa, que no me van a fallar.
Pero, ¿se puede decir que es el combate más importante de su carrera?
Sin duda, lo es. Y eso me motiva aún más para entrenar. Para que, cuando esté cansado, pueda tirar con más ganas...
¿Quien apueste por Skeete va a perder dinero?
No se sabe. Cada combate es un mundo. No se sabe si voy a ganar o a perder. Llenó el Bilbao Arena el año pasado cuando conquistó el Campeonato de España y va camino de repetir. ¿Cómo gestiona un joven como usted esa capacidad para arrastrar a tanta gente?
Es algo increíble, no puedo agradecerlo lo suficiente. Me motiva muchísimo para seguir entrenando.
Usted, mejor o pero, está viviendo del boxeo.
Sí, vivo del boxeo desde que pasé a profesional.
¿Qué piensa cuando ve en el gimnasio a Andoni Gago, que después de madrugar todos los días para ir a trabajar al almacén viene aquí a entrenarse?
Para mí es un ejemplo, como boxeador y persona. Andoni es mi ídolo, el espejo en el que me miro yo.
Con él empezó todo este ‘boom’ del boxeo que se está viviendo en Bizkaia.
Sí, él fue el culpable de todo esto. Cuando se mete en la cama, apaga la luz y apoya la cabeza en la almohada, ¿visualiza el combate del sábado?
Sí, suelo pensar en el combate.
¿Y qué ve?
Un combate... Daremos todo y que pase lo que tenga que pasar.
Pase lo que pase el sábado, ¿hasta dónde quiere llegar en el boxeo? Hasta que tenga una vida tranquila y solucionada económicamente.
Si gana, será el segundo vizcaíno en ser campeón de Europa de boxeo tras Agustín Senín.
Primero hay que ganar.
Pero si lo logra, sería un orgullo...
Sí, claro