Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)
Le condenan desde el punto fatídico
Al Alavés le pitan dos penaltis en contra, Pacheco detiene el primero pero Gameiro marca el segundo para sentenciar el triunfo colchonero
La fatalidad se cebó con Antonio Sivera, que en el 59’ se tuvo que retirar lesionado
Al Alavés se le estropea la fiesta en una jornada pasada por agua. Se vio condenado desde el punto fatídico en un choque en el que, aunque se vio sometido por momentos, plantó cara al segundo de la Liga. Fernández Borbalán le pitó dos penaltis en contra en apenas ocho minutos. Pacheco, de nuevo San Fernando, paró el primero a Torres, pero Gameiro marcó el 0-1 en el segundo.
En un duelo con múltiples cambios realizados en sus onces por ambos técnicos, no tuvo suerte Antonio Sivera. El joven internacional sub 21 fue por vez primera titular en Primera. Sin embargo, se lesionó en el minuto 59 y tuvo que ser reemplazado por Pacheco.
Sufre el Alavés su segunda derrota consecutiva en Mendizorroza. Ayer, careció de pólvora ante un Atlético muy sólido atrás y, fiel a su estilo, supo aprovechar su oportunidad para sentenciar.
La primera parte transcurrió entre bostezos; con un cuadro albiazul en el que Munir se escoraba hacia la izquierda para buscar las flaquezas de un Vrsaljko desubicado como lateral izquierdo y que llegaba con relativa facilidad al área rival. Sin embargo, careció de precisión en una primera mitad en la que el Atlético, contrariamente a su costumbre, acaparó la posesión del balón.
Buscó casi siempre crear peligro a través de Thomas por la derecha el rival. En el 6, el atacante, que comenzó de lateral hasta que el Cholo reestructuró a su defensa colocando a todos en su sitio, mediado el primer tiempo, disparó muy desviado tras varios rechaces en el área.
Posible pena máxima
En el 15, tuvo la más clara hasta el descanso el bando albiazul. Munir aprovechó un grave error de Savic para meterse en el área. El central colchonero se recuperó y chocó con él cuando se disponía a rematar. Aunque el delantero albiazul reclamó penalti, el contacto entre ambos no fue lo suficientemente intenso para pitarlo.
A partir de ahí, el Atlético se adueñó poco a poco del encuentro y llegó con peligro al área de Antonio Sivera. En el 17, el meta salió mal ante Fernando Torres y éste ejecutó una floja vaselina que sacó Laguardia cerquita de la línea de gol.
En el 18, un lanzamiento de falta de Thomas se fue ligeramente alto. En el 35, un tirito de falta fue blocado por Werner y, en el 42, Diego Costa controló en el área un balón que parecía imposible y disparó con la derecha, pero Sivera evitó el gol con una muy notable intervención.
En la segunda mitad se animó el encuentro. El Alavés salió con mayor fluidez a la contra en un inicio de ida y vuelta por parte de ambos contendientes. Sin embargo, pronto el Atlético volvió a tomar el control ante un cuadro albiazul que se vio arrinconado en su área, aguantando a duras penas los envites rojiblancos.
Dos penaltis
La fatalidad se cebó con Antonio Sivera, que en el 59 se lesionó al tratar de desviar un lanzamiento de Vitolo que se estrelló contra la madera. Abelardo tuvo que introducir desde el banquillo a Fernando Pacheco.
Estaba el partido abierto, con el Atlético dominando, pero con el Alavés llegando al área rival con peligro. En el 65, un disparo lejano de Guidetti se fue a córner cerca del pa- lo tras golpear en un defensa.
Se topó el Alavés un día más con el trencilla de turno, en esta ocasión Fernández Borbalán, que le señaló dos penaltis en contra en apenas ocho minutos, ambos cometidos por Wakaso.
En el primero, en el minuto 70, el meta babazorro volvió a convertir- se en San Fernando al detener la pena máxima lanzada a la derecha por Torres. Sin embargo, a la segunda no pudo ser. Fernández Borbalán decretó un segundo penalti por ma- no de Wakaso y, esta vez, Gameiro marcó de elegante disparo.
No se rindió el Alavés con el 0-1. Abelardo, que ya antes había meti- do a Ibai Gómez, recurrió al capitán Manu García. En el 83, Pedraza pu- do marcar tras una gran jugada, pe- ro su tiro cruzado se fue muy cerca del poste.
Enloqueció a partir de ahí el due- lo. En el 84, de nuevo el meta albia- zul salvó a su equipo al emplearse a fondo ante un remate de Vitolo. En el 86, Ibai, remató cerca del larguero entrando desde atrás. Lo intentó hasta el final el equipo apoyado por su incondicional público, pero el At- lético mantuvo su renta sin grandes apuros