A partes iguales o casi

El final de la temporada se acerca poco a poco. Tiempo queda aún para análisis y balances más exhaustivos, pero desde ya se puede ir asegurando que la presente campaña del Athletic no ha respondido a las expectativas. No ha sido, o mejor dicho, no está siendo un buen año.

Quedan tres jornadas por delante aún para saber en qué acaba todo este desaguisado. Ziganda está señalado desde hace mucho tiempo y su continuidad al frente del banquillo rojiblanco suena ya a quimera. El técnico navarro lo tiene claro.

Urrutia y el tiempo dictarán sentencia. Ni los resultados ni las sensaciones han acompañado. El equipo bilbaíno no ha estado a la altura de lo esperado.

Interesa, en cualquier caso, ir al fondo del problema. Córdoba y Mikel Rico, los dos últimos leones en comparecer en la sala de prensa de Lezama, repartieron las culpas a la hora de buscar responsables a lo hasta aquí acontecido. Un recién llegado al fútbol de elite y un veterano vinieron a dar la misma versión o parecida.

Parece evidente para uno y otro que el Athletic no ha estado a su altura esta temporada. El míster tiene su parte de responsabilidad en ello. Los jugadores, también.

Otros profesionales del club también podrían opinar al respecto, pero lo suyo suele consistir en quedarse en un segundo plano. Lejos del mundanal ruido. Viendo pasar los acontecimientos como si la cosa no fuera con ellos. En la Real, en el Espanyol y en el Sevilla, sin ir muy lejos en el tiempo; el cambio de entrenador ha venido acompañado del cambio del director deportivo. Aquí, aunque parezca mentira, ni siquiera está claro quién ejerce como tal