“LO ENTIENDO”

“Tenía fuerzas para seguir, pero comprendo al club”, dice Ziganda en la confirmación de su salida del Athletic Urrutia argumenta la decisión tomada: “Queremos dar un nuevo aire al equipo y volver a estar arriba” El técnico niega un “enfrentamiento” con

La etapa de Kuko Ziganda al frente del primer equipo rojiblanco ha llegado a su fin. El propio técnico de Larrainzar, a través de una rueda de prensa conjunta con Josu Urrutia, así lo trasladó ayer en Lezama. Su segunda casa en los últimos siete años. La ilusión que transmitía el brillo de sus ojos hace apenas unos meses, nada más asumir las riendas del conjunto bilbaíno, se ha transformado ahora en el reflejo de la profunda tristeza que le invade tras no haber sido capaz de proyectar sobre el verde el Athletic que imaginaba. Ese sueño de hacer vibrar a San Mamés a través de su propuesta se ha esfumado definitivamente.

Un trago “duro y triste”, en palabras del navarro, por “lo que significaba todo esto a nivel personal”. Se sentía “con fuezas” para seguir en el banquillo la próxima temporada, pero comprende la decisión adoptada por la directiva que preside Josu Urrutia: “Había perdido muchos comodines y empezar en agosto con esa espada era un riesgo que el club ha querido evitar”.

Junta directiva, cuerpo técnico, plantilla, José Mari Amorrortu, Jon Berasategi, Carlos Gurpegi, fisioterapeutas, recuperadores... Todos quisieron arroparle en este complicado momento con su presencia durante la comparecencia y sus aplausos al final. Un gesto que transforma su “tristeza” por el agur en “muchísimo orgullo y agradecimiento, hay que tener mucha clase y categoría para despedir así a la gente, acompañar y en momentos que no son fáciles tener la clase para decir: no han salido las cosas, pero no hay nada que objetar. Ese regalo que me llevo yo a pesar del año que ha sido no tiene precio”. El míster, invadido por la emoción, tuvo que tomar un buen trago de agua tras pronunciar estas palabras.

Asume que “lo más importante es el Athletic y el entrenador del año que viene necesita un fuerte respaldo, estar aquí con todos los comodines en la reserva y entiendo que durante este año yo había perdido una gran parte de esos comodines, debido a los resultados, el juego y que en casa no hemos transmitido esa ilusión con la que siempre he soñado”.

Hubo un momento, a pesar de que “siempre he tenido esperanzas de que la cosa mejorara”, en el que fue consciente de que su salida era irreversible. “Tras perder con Depor y Levante, ya ves que la cosa estaba complicada”. No obstante, se sentía con la capacidad de cumplir el año que le quedaba de contrato, aunque comprende la postura del club: “Con fuerzas sí. Lo digo de corazón, sinceramente. Y ahora que conoces más en profundidad a todo el mundo, si cabe con más argumentos. Pero también entiendo que había perdido muchos comodines. Empezar con esa espada en agosto hubiera sido un riesgo que el club quiere evitar y lo entiendo”.

Dando vueltas al por qué

Una vez más, cargó con la responsabilidad que le corresponde en la mala marcha del equipo. “Hay un mítico entrenador de baloncesto que suele decir que uno empieza a fracasar cuando empieza a buscar culpables en la derrota. Si algo me achaco es no haber sacado algo más de estos jugadores y no haber jugado más días como Celta, Betis o Villarreal, donde han demostrado que lo pueden hacer, lo que achaco esa irregularidad”, remarcó.

¿Por qué cree que no ha podido sacar lo mejor de sus jugadores? “Quiero coger un poco de aire, respirar y analizarlo todo con más tranquilidad. La sensación que tengo es que hemos ido todo el año a contrarreloj, con prisas, urgencias... sin anclar nada sólido. Creo que van más por ahí los tiros, son las vueltas que le doy ahora, sin pensar muy detenidamente”, señaló.

Ziganda, que por ahora no tiene decidido su futuro, espera “sacar conclusiones positivas” y “haber aprendido de esto”. “Podíamos haber jugador mejor, desde mi parte de responsabilidad, podía haber hecho las cosas de diferente manera para obtener mejores resultados y juego, pero se puede aprender de todas las situaciones”, insiste, antes de añadir que “espero que este haya sido un año de barbecho y sirva para que se enraíce aún más lo que hay aquí dentro y el año que viene pueda brotar con más fuerza”