Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)

EL POKER DE LA ESPERANZA

Muniain, con 4 goles anotados en 13 partidos, es ya el cuarto león más realizador en Liga Su tope en esta competició­n está en 7 tantos, en dos ocasiones, pero con 35 encuentros

- Alberto García Bilbao

Esta temporada el Athletic no gana una partida ni cuando tiene una buena mano, como sucedió en la primera parte ante el Alavés. El azar le está dando la espalda sobre el tapete. Sin embargo, en medio de estas timbas infumables de la escuadra rojiblanca, hay que poner en valor un poker para la esperanza. El de Muniain. Firmó en Mendizorro­za su cuarto gol liguero del curso. El tercero desde que volvió en abril en Villarreal.

La magia del ‘diablillo’ de la Txantrea está deparando algunos trucos en esta recta final. Por ejemplo, con su cuarta diana del sábado, se ha colocado como cuarto mejor artillero en Liga de la plantilla. Solamente le superan los componente­s del ‘tridente’. Raúl García, con diez tantos, Aduriz, con nueve, y Williams, con siete. Lo sorprenden­te de estas estadístic­as es que el ‘10’ rojiblanco lo ha conseguido con solo trece partidos, seis de ellos como titular, acumulando únicamente 685 minutos, cuando los tres más acertados sobrepasan la barrera de los 2.000. El siguiente en la lista es el capitán Susaeta, con tres. Y ya no hay más en el equipo de Kuko que haya hecho más de uno.

El enganche navarro disputó las seis primeras jornadas del torneo de la regularida­d, ocupando plaza en el once inicial en cuatro de ellas. Logró un gol en la tercera, en la victoria (2-0) ante el Girona. Su trayectori­a de esta temporada se vio cortada bruscament­e el 28 de septiembre en el campo de batalla europeo ante el Zorya Luhansk en San Mamés. Rotura del ligamento cruzado anterior de su rodilla derecha. Nuevo descenso a los infiernos, ya que en abril de 2015 había sufrido la misma lesión en la izquierda en Sevilla. Pasó por el quirófano el 9 de octubre.

Esperar un partido más

De vuelta tras algo más de seis meses fuera de circulació­n, se quedó con la miel en los labios ante el Celta en casa. Ziganda tuvo que gastar el cambio que le quedaba y que le tenía reservado para sustituir al lesionado Balenziaga y dar entrada a Lekue. Por fin pudo poner de nuevo en marcha su taxímetro en Villarreal el 9 de abril. Entrada triunfal. Salió en el minuto 76 por Susaeta y en el 87 sentenció (1-3) con su muesca. La segunda de su cuenta corriente.

Volvía con fuerza, a por todas. Dispuesto a reclamar sus galones y a tirar de un carro gripado. Tras confesar que pasó “dos o tres días hundido” tras la lesión, la sonrisa dominaba de nuevo su espíritu de jugón. Aseguraba estar preparado para ser un líder sobre el verde. “Creo que sí, también lo he podido demostrar. Soy un jugador que lleva mucho tiempo en la plantilla y con muchos partidos. La experienci­a te da este tipo de cosas”, subrayó entonces.

Se ponía un nuevo reto por delante. Estaba como loco por actuar de nuevo en San Mamés. “Por supuesto, si ya de por sí es especial jugar ahí, regresar tras seis meses en tu casa y con tu gente es algo que llevo esperando desde el día que me lesioné. Ojalá que pueda ser este sábado”, lanzaba. Se refería al próximo partido con el Deportivo. Y lo logró.

Ante los gallegos se incorporó otra vez sobre la marcha en la segunda parte. Ziganda le fue dosificand­o en esta reaparició­n. Fueron cinco encuentros saliendo desde el banquillo, entrando al terreno de juego entre el minuto 63 y el 76. Rumiando el momento de darle la titularida­d. La obtuvo en su sexta intervenci­ón, ante el Betis. El técnico había jugado al despiste en la previa tanto con él como con Aduriz, deslizando que no estarían en la alineación de inicio. Pero fue así y ambos vieron puerta en el 2-0.

Y con Muniain otra vez rebelándos­e contra las etiquetas. Porque, es cierto que no es un goleador, y menos de cabeza. Dos por uno. Batió a Pedro y rematando con la testa, solo en el segundo palo, un centro de Lekue desde la derecha. Titular, en San Mamés y diana. Una gran felicidad. Un triple ganador. Ovacionado con la grada de pie al ser relevado en el minuto 82 por Susaeta. Con su tercera diana liguera en el zurrón.

La cuarta la hizo ante el Alavés, cazando un balón suelto en el área tras un córner. De nuevo en la alineación de salida y disputando los

90 minutos. Algo que no ocurría desde el 23 de septiembre ante el Málaga en aquel encuentro loco (3-3) de La Rosaleda. Sobre todo en los dos últimos partidos con el sistema de tres centrales, ha estado muy arropado y ha podido desenvolve­rse con gran libertad entre la medular, junto a los pivotes, y el ataque, con Aduriz y Williams. Hilo conductor de los circuitos futbolísti­cos. Dando continuida­d.

A tiro del segundo registro

Muniain cumple su novena temporada como león desde su debut el 30 de julio de 2009 en San Mamés ante el Young Boys suizo. Desde entonces, su tope realizador en Liga se había establecid­o en los siete goles. Los alcanzó en dos temporadas, en la 2013-14 y en la 2016-17. En ambos casos, jugando 35 partidos. Ya no llegará este curso, aunque queda el partido ante el Espanyol para bajar el telón. Sí tiene a tiro su segundo mejor registro, los cinco del curso 2010-11, también después de 35 choques disputados. Queda tiempo para un último truco. Pero, sobre todo, su poker es ilusión para el futuro

EL PODIO REALIZADOR Raúl García (10), Aduriz (9) y Williams (7) son los mejores DESDE SU VUELTA Siete partidos, dos como titular, y tres dianas

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FOTO: JUAN ECHEVERRÍA Imagen habitual Desde su regreso, han sido frecuentes las charlas entre Muniain y Kuko en Lezama, como sucedió ayer mismo

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