Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)
“TENÍAMOS UNA HISTORIA QUE CUIDAR Y PROTEGER”
Con siete victorias en los últimos ocho encuentros, el Divina Joventut ha pasado de ser un equipo casi desahuciado a la gran revelación del tramo final de la Liga. Con la salvación asegurada, el técnico Carles Duran valora las claves de la transformación. Conseguir esta recuperación con deudas salariales pendientes da más mérito a lo que han logrado. No hay que esconder que la gente trabaja para recibir un salario pero los jugadores han demostrado que son grandes profesionales y que en el fondo muchos de ellos creen que la Penya no es un club cualquiera y que teníamos una historia que cuidar y proteger.
La transformación ha sido tan radical que la gente puede pensar que ha cambiado muchas cosas de concepto. ¿Es así o han influido más temas mentales, dinámica?
Ya dije en su momento que el equipo hacía cosas bien pero también he de decir que el equipo lo he hecho a mi medida. Defensivamente hemos aportado detalles diferentes, de los que a mí me gustan, y en ataque han cambiado roles de jugadores. Sobre todo, hemos puesto un sello Penya.
¿La llegada de Laprovittola marca un poco el estilo?
Ha llevado la batuta, ha sido mi nexo en la pista como base. Pero sobre todo ha hecho mejores a sus compañeros. Uno de sus grandes aprendizajes es que no bajó los brazos y por suerte cambió todo. Es el canalizador de muchas cosas. ¿El nivel real del equipo es el de ahora o el de antes de abril?
Ganar siete de ocho viniendo de donde veníamos no es normal. En los equipos grandes sí. Lo que sí sé es que jugamos bien a basket, hacemos bien las cosas y hacemos que la gente se lo pase bien. Lo cierto es que el grupo humano no es tan malo como la gente podía creer. Luchando con otros tres equipos por la permanencia, ellos iban fichando o cambiando entrenadores y al final la Penya, después de Laprovittola y Conger, se mantuvo fiel a su línea... Había que ajustar ciertas piezas pero creo que el club ha tenido, dentro de la incertidumbre y nerviosismo, la tranquilidad que creo que otros no han tenido y eso les ha llevado a una desgracia que, sinceramente, yo no le desaba al Bilbao, por ejemplo.
El futuro será más exigente, habrá que quedar entre los 15 mejores. ¿Las perspectivas del club las ve tan angustiosas?
Personalmente creo que es una desgracia que se pierdan equipos en la liga. Por otro lado, creo que el club tiene un futuro muy bueno porque somos un club de cantera y pienso que tenemos unos jóvenes bien encaminados. Pero creo que el club ha de ayudar a estos jóvenes reforzándolos con gente que domine la competición.
Decía el presidente que las próximas generaciones son buenas. ¿Será suficiente con eso y acierto en fichajes?
Más que acertar en fichajes será importante reforzar a la gente que tenemos. Si cada año el equipo ha de ser nuevo es muy difícil crecer. El gran éxito de otros lugares como Gran Canaria o Valencia ha sido construir. La Penya de Ricky y Rudy fue una construcción de años y de crecer con la misma gente. ¿Hasta qué punto pesa este proyecto deportivo en su decisión? Pesa muchísimo. Y no hablo de ganar sino de crecer y hacerlo con buenos cimientos. Si al final piensan que puedo liderar esto en la pista a mi lado ha de haber un grupo humano porque si no, es imposible.
Aparte de un par de ascensos con El Prat, de algún campeonato de España en formación, ¿es este el éxito que le deja más satisfecho? Hace años que entreno. Tengo muy buen recuerdo de Valencia y Bilbao pero lo que ha pasado estos últimos meses es especial. Me gustaría entrenar muchos años, no sé donde, pero dentro de este vestuario no sólo hablo como técnico sino también como una persona que ha crecido en esta familia tan especial