Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)
Futuro negro
No sé qué va a pasar con Bilbao Basket. Nadie lo sabe. Ni tan siquiera los actuales rectores del club. Lo primero será esperar al desenlace de la liga LEB Oro para conocer si los ascendidos pueden hacer frente a los pagos que supone jugar en ACB. Breogán tiene muchas papeletas de cumplir los requisitos y poder ocupar la plaza del colista Betis. Para la de los hombres de negro habrá que esperar y armarse de paciencia. Puede ir para culebrón.
La experiencia de los últimos años nos ha demostrado que hay opciones de salvar la categoría en los despachos tras no hacerlo en la cancha. Parece el único clavo ardiendo al que agarrarnos. Con una deuda que se calcula cercana a los 5 millones de euros, la única opción de supervivencia pasa por seguir en la elite del basket estatal e ir tirando con plantillas ‘low cost’ hasta enjugar el pufo y poder empezar con un proyecto nuevo, siempre basado en la racionalidad. Esa era la teoría: acertar con los fichajes, salvar los muebles e ir poco a poco soltando ese pesado lastre que se arrastra desde la etapa Arrinda. Ese planteamiento puede saltar por los aires si se consuma finalmente el descenso de categoría.
Patrimonio
En la historia de Bilbao Basket se han hecho muchas cosas mal, pero aún así nadie ha podido con la marea negra, verdadero patrimonio del club. El equipo cayó ante Baskonia luchando hasta el final, como merecía un Bilbao Arena lleno hasta la bandera una vez más.
Con una media por encima de ocho mil espectadores por partido, Miribilla es la cuarta cancha con más apoyo de la liga. Sabemos que la competición seguiría existiendo sin la franquicia bizkaitarra, pero aquí también pierde una competición que no está precisamente para restar espectadores ni televidentes.
Me duelen las lagrimas de Javi Salgado y de los muchos aficionados que arropan al equipo cada dos semanas. Me resisto a pensar que esta masa social se puede quedar sin baloncesto de elite.
Instituciones
Si no llega esa carambola que permita a RETAbet mantenerse en la élite, no solo el club tendrá un problema. Las instituciones públicas, también. Si el equipo desciende de categoría parece inviable salir en LEB con tremenda deuda a sus espaldas salvo ayuda externa.
Otra alternativa es la refundación, pero la casilla de salida sería lejana a la elite, el verdadero lugar de este club. No olvidemos que el Bilbao Arena se construyó para albergar los partidos de un equipo de ACB e incluso europeo.
¿Qué utilidad se le daría al pabellón? ¿Todo el apoyo de la Diputación en los malos momentos habría sido en balde? Son preguntas que seguro deben estar pasando por la cabeza de y