Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)
Despedida de Buffon a la altura de su mito
Emotivo adiós del legendario portero tras 17 temporadas en la Juventus
Los aficionados de la Juventus dijeron ayer adiós a su gran capitán, la leyenda del fútbol Gigi Buffon. Un Allianz Arena lleno hasta la bandera emocionó al mítico portero ya desde el calentamiento, que dejó con los ojos vidriosos. Al terreno de juego saltó con su pareja, Ilaria D’Amico, el hijo de ambos, Leopoldo Mattia, y con los dos descendientes del italiano con su exmujer, Alena Seredova: Louis Thomas (nombre en honor de su ídolo Thomas N’Kono) y David Lee. El ambiente también fue especial para otro veterano bianconero, el suizo Stephan Lichtsteiner, que no renovará. Ambos se abrazaron y rieron cuando el lateral casi se mete un autogol en los primeros minutos ante el ya descendido Verona, un partido que era lo de menos (2-1).
Buffon sonrió como casi siempre durante su último partido con la Juventus y no dejó de mirar y dedicar
gestos de agradecimiento a la grada desde la portería que ha defendido en 17 años. Rugani y Pjanic avanzaron al campeón y el árbitro obvió un penalti en el 60’ del propio Buffon al brasileño Matos, que protestó.
Poco después Allegri relevó al ídolo, que pudo despedirse así con la portería a cero. Emotivo abrazo con Barzagli primero y el resto de sus compañeros. También con rivales. Pasillo del banquillo y cuerpo técni- co de la Juventus, lágrimas en los ojos de aficionados y otras leyendas de la ‘vecchia signora’, como Pavel Nedved, presentes en la grada hasta que un emocionado Supergigi, Buf- fon, dijo adiós a la Juventus sin saber muy bien qué hacer. Lo prime- ro, sentarse en el banquillo, volver a sonreír y aplaudir las canciones de la grada como un seguidor más. Después de dar la vuelta al estadio, con el partido aún en juego (Cerci marcó el 2-1 y Lichtsteiner falló un penalti en el 85’), saludó a todo aquél que le tendía la mano antes de empe- zar la fiesta de celebración por el Scudetto y ampliar la despedida a la rúa por las calles de Turín sin saber si el gran Gigi seguirá jugando